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Opinión
La Columna de José Félix Azurmendi (27.09.2014)
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Caso Lasa y Zabala. Nuevo comunicado de ETA
Caso lasa y Zabala
No he visto la película sobre Lasa y Zabala, pero he oído comentar el papel relevante que en el esclarecimiento del caso jugaron por ejemplo Iñigo Iruin y Pako Etxeberria. No sé cómo trata la película el que jugó el policía Jesús García García, y no sé cómo trata su muerte, una muerte que ningún atrevido guión hubiera podido imaginar más cinematográfica. Gracias a él y gracias a un veterano forense de Alicante, los restos de Josi y Joxean no desaparecieron para siempre. Gracias a ellos, llegó un aviso al fiscal Ignacio Gordillo, que en esta ocasión tuvo un comportamiento impecablemente profesional. Él llamó primero a Txema Montero y luego a Iruin, y ahí entró el buen hacer del forense Pako Etxeberria.
Antes de morir de un infarto fulminante mientras declaraba como testigo, Jesús García tuvo tiempo de explicar al Tribunal que relacionó los cuerpos hallados en Alicante con los dos desaparecidos en Francia, al oír en 1995 que José Amedo o Ricardo García Damborenea habían dicho que pensaron enterrar a Segundo Marey en cal viva. En la fosa de Busot en la que habían aparecido restos humanos en 1985 había 50 kilos de cal viva, y eso activó sus pasos siguientes. Después de explicar todo esto al fiscal de la Audiencia Nacional, cuando el abogado de la acusación particular Iñigo Iruin le formulaba la primera pregunta, Jesús Garcia García sufrió una parada cardiorespiratoria y cayó fulminado delante del Tribunal, los abogados, los fiscales, los familiares, la prensa. Eran las 12:20 del 14 de enero del año 2000. ETA acababa de romper la tregua más larga de su historia, y luego, el Pacto Lizarra-Garazi.
El general Sáenz de Santamaría, aquel militar bigotón que llegó al Norte a finales de enero de 1980 con todos los poderes del Estado y una generosa dotación en su mano, para explicar que era inimaginable que detrás de la desaparición de Lasa y Zabala estuviera la Guardia Civil, no se le ocurrió nada mejor que decir que si así hubiera sido, hubieran dejado sus cuerpos en Francia, que está apenas a 17 kilómetros. Sí, a 17 kilómetros del cuartel de Intxaurrondo y de la Cumbre y del infierno verde.
Nuevo comunicado de ETA
Un comunicado de ETA sensato y esperable desde la historia y la lógica de quien lo escribe. Ninguna sorpresa por ese lado. Lo que no deja de sorprenderme es que se diga desde la clandestinidad lo mismo que la izquierda abertzale puede decir y dice desde la calle y las Instituciones. Cierto es que ETA trata de recordar a los gudaris en un nuevo aniversario de los fusilamientos de Txiki y Otaegi, pero sus reflexiones trascienden ese objetivo y entran a valorar temas políticos que no necesitan de la clandestinidad.
Me ha recordado esto, salvando las distancias, aquellas arriesgadas operaciones que los polimilis pusieron en práctica en los primeros años de la Transición en defensa del Estatuto de Gernika, con los mismos argumentos y finalidades que los “primos” de Euskadiko Ezkerra utilizabn en la calle y en las Instituciones.
Un apunte más antes de terminar: flaco favor le hacen a la iniciativa popular Gure esku dago las bendiciones y el aplauso de ETA. Alguien se lo debería decir a los que han escrito este comunicado.