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Opinión

La Columna de José Félix Azurmendi (28.02.2015)

Inundaciones y rendiciones de cuentas en una semana pasada por agua y discursos. ¿Estamos un una coyuntura favorable? ¿para quién? Liderazgo político femenino.  

Algo más que inundaciones y rendiciones de cuentas en la semana pasada por agua y discursos

La diputada por Geroa bai Uxue Barkos ha tenido una intervención en el Congreso español que ha anunciado que se va y no vuelve, tras once años de ejercicio, que en la personal han debido ser muy largos pero que políticamente han sido muy cortos e inútiles para la causa que defiende. Así lo ha hecho saber en euskera, mientras se le permitieron, y poniendo la situación de la lengua de los navarros como ejemplo de que esa Casa no era la suya, no era la de su padre. “Es triste comprobar que mi otra lengua, el euskera, sigue prohibida en esta Casa. Por eso, no solo por eso, esta nunca ha sido ni será la Casa de mi padre”, ha dicho.

Uxue ha sido valorada reiteradamente por los medios españoles como la política mejor, seguramente porque no le atendían, no le entendían, no querían darse por enterados de lo que representa esta navarra euskeldun y abertzale. Uxue se va a dedicar ahora a tiempo completo a su territorio, en un momento especialmente interesante. Dicen muchos que tiene un gran tirón personal, dicen no pocos que hubiera podido ser una excelente candidata unitaria para desmontar el régimen que ha venido imperando en Nafarroa. Dicen que, una vez más, se corre el peligro de desaprovechar una coyuntura favorable de cambio.

Bases para sostener que es una coyuntura favorable y para quién

El descrédito de los que han sostenido los gobiernos estas últimas décadas es enorme. Lo que ha sucedido en y con las florecientes Cajas es el exponente más escandaloso, escándalo del que no se salva ni el Osasuna, un club de fútbol en riesgo de ser arrojado a las categorías de tercera. Muy especialmente en Nafarroa, la política de la izquierda abertzale ha sido en el pasado muy desafortunada: se han dado por enterados y le están poniendo remedio. Geroa bai es muy débil como partido y muy interesante como propuesta. También la izquierda-izquierda ha aprendido de errores anteriores y apuesta por el cambio, pero sobre todo está la esperanza de un Podemos que tiene de líder a Laura Pérez, una abogada euskeldun con las ideas claras y el discurso nítido, tan nítido, que las fuerzas que han venido sosteniendo el anterior régimen ya han enfilado las baterías contra ella, con la asistencia una vez más de los medios centralistas. No son estas las amenazas mayores, sin embargo. La mayor amenaza de Laura Pérez es la que proviene de sus compañeros de Madrid, si deciden sacrificar ese cambio en Nafarroa con todos los que no estaban en el anterior régimen, porque puede resultar perjudicial para sus intereses en el “resto de España”. Una vez más, este territorio se puede convertir en cuestión de Estado, pero en esta ocasión desde una perspectiva muy inesperada.

Prometía una columna solo de mujeres…

Laura Pérez Ruano nació en Estella-Lizarra, y ahí nació otra Laura, Laura Mintegi Lakarra, un valor que la izquierda abertzale no ha querido o no ha sabido conservar. En un momento en el que se encuentra especialmente ayuna de líderes y referencias, no es fácil de comprender cómo ha permitido que Laura Mintegi regrese a sus cuarteles universitarios. Se hubiera podido entender más fácilmente, a petición propia o consejo ajeno, que no fuera la portavoz del grupo en el Parlamento vasco, pero ¿no cabían otras alternativas y otras misiones?

Pregunto a mi alrededor por los candidatos de esta formación a las instituciones más importantes del territorio de Bizkaia, y casi nadie sabe quiénes son y cuando saben, desconocen cómo son. Me dice alguien que sigue de cerca las interioridades de la izquierda abertzale histórica  que sus dirigentes están como noqueados, inseguros, temerosos de nuevas querellas, a la espera de que Arnaldo Otegi se haga presente. La denuncia fiscal contra Hasier Arraiz no le va a ayudar a salir de esa situación.

Hay más

Solo un breve apunte para poner de relieve el buen decir y el mejor vestir de nuestra Rosa Díez, enfrentada ahora a nuevos peligros y competidores en ese campo de juego indefinido pero formalmente radical que había diseñado de la mano de unos cuantos intelectuales populistas. Rosa habla bien, resume estupendamente, con claridad, como se ha puesto de manifiesto una vez más con ocasión del debate, o lo que sea, del Estado del Estado. ¡Ah si tuviera además algo interesante y creíble que decir y hacer! No lo tiene fácil, pero… ¿quién lo tiene?