La columna de José Félix Azurmendi (10/12/2016)

Tx. Concluye esta semana atípica con un nuevo Euskobarómetro, que dará que hablar

JFA. El Euskobarómetro siempre da que hablar, que es también para lo que se hace. En este como en otros sondeos, se deben interpretar los resultados tomando en cuenta el tamaño de la muestra, y la institución, organismo, ente o empresa que lo patrocina. Y, por supuesto, quién lo diseña y conduce. En este caso, por cierto, alguien tan reconocible como el profesor Francisco Llera.

En esta, como en otras ocasiones, me parece un sinsentido preguntar a alguien qué haría en el supuesto de, sabiendo que ese supuesto no se va a dar. Las preguntas no tienen por qué ser inocentes, y las respuestas no se deben interpretar como si fuéramos inocentes. No seré yo quien diga que los sondeos sociopolíticos no sirven para nada: sirven por ejemplo para que estemos hablando de si hay en la Comunidad Autónoma Vasca, la que antes se conocía como las Vascongadas, más o menos independentistas que hace  unos meses o unos años.

He oído que en Podemos- Ahal dugu se ha abierto una reflexión sobre los conceptos de ciudadanía y nacionalidad, lo que me trae al recuerdo lo que hace más de veinte años respondió el que fue presidente de Euskaltzaindia Jean Haritschelhar cuando le preguntaron si se sentía francés o vasco, o más lo uno que lo otro: “soy, dijo, ciudadano francés de nacionalidad vasca”.  En esta Euskal Herria nuestra hay, es evidente, ciudadanos franceses y españoles: ¿cuántos responderían que se saben y sienten de nacionalidad vasca? No lo sabemos, porque esto no se pregunta, porque en todo sondeo, encuesta o barómetro, es el programador el que elige unas preguntas y se ahorra otras.

Tx. No es el único sondeo que está dando que hablar

JFA. En efecto. En estos días se han conocido los resultados del Informe PISA, las siglas en inglés del Programa Internacional para la evaluación de estudiantes de quince años en Matemáticas, Lectura y Ciencias. Los sorprendentes y pésimos resultados que arroja el análisis en relación a la Comunidad Autónoma Vasca son una buena oportunidad para preguntarse una vez más por el tamaño y ubicación de la muestra, para preguntarse sobre posibles desigualdades internas, para reflexionar sobre enseñanza pública, concertada y privada, y sus respectivos pesos y medidas.

Los expertos se deberán hacer muchas preguntas más, y las instituciones deberán dar respuestas, sin manipular y sin dejarse manipular. Que los resultados en Nafarroa, una comunidad por tantas razones hermana, sean relativamente buenos y, en cualquier caso, mucho mejores; que los resultados del anterior Informe PISA fueran en la Comunidad Autónoma Vasca  sustancialmente distintos, suscitan dudas y preguntas sobre su validez, pero, en todo caso, son una magnífica oportunidad para hacerse preguntas que una peligrosa  tendencia a la autocomplacencia  podía evitar.

Tx. Esta semana ha sido también la de la Azoka de Durango

JFA. Ha sido también la de la Azoka de Durango. La edición número 51, menos redonda y subvencionada que la anterior, y como todas las anteriores, la manifestación popular de un rico mundo cultural al que dan la espalda buena parte de las élites sociales de este país. También sobre esto habría que reflexionar colectivamente, comparando por ejemplo el comportamiento de la oligarquía catalana con la vasco-navarra.

Recurriendo a un concepto tan querido por algunos, se podría decir que nuestra oligarquía no es culturalmente transversal, ni siquiera excepcionalmente, como lo fueron los caballeritos de Azkoitia y otras individualidades. Nuestra oligarquía hace tiempo que es más madrileña o andaluza que vascongada, hasta el punto de ser hoy prácticamente irreconocible como tal. Lo que queda de ella vive y muere en una burbuja, ausente de las manifestaciones culturales propias de su país, sin caer en la tentación de poner, por ejemplo, nombres eusquéricos a sus hijos, eso tan frecuente en los hijos y nietos de la emigración.

Es solo un dato, pero significativo: quien no haya reparado en ello, que se fije en las esquelas fúnebres de sus patriarcas.