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Cronica de Araba

Las bajas temperaturas congelan "las fuerzas del cambio" en Gasteiz

J.barredo

El microclima político de Alava vuelve generar una biosfera singular. Las bajas temperaturas congelan las que se definieron como fuerzas  del cambio en Siberia-Gasteiz. El desplome de los termómetros somete a una fase de hibernación las cuentas municipales.

  • 3:01 min
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Inédito fue el acuerdo que situó a  Gorka Urtaran al frente de la alcaldía e igualmente inéditos los pactos  presupuestarios del primer año de legislatura. Un movimiento sísmico con epicentro  municipal  desalojó al Partido Popular de la alcaldía y tuvo una réplica de menor intensidad en la Plaza de la Provincia, facilitando la elección del Diputado General, Ramiro González.

Transcurridos 18 meses, las placas tectónicas que sacudieron La Casa Consistorial no parecen haberse estabilizado. En los estratos de la calle Mateo Moraza todos trabajan ya en un escenario de prórroga presupuestaria, por la existencia de una falla geológica activa que bloquea el acuerdo.

Para cualquier observador exterior resulta difícil entender que las dos mismas fuerzas políticas, PNV y Eh-Bildu, que han reeditado un pacto  presupuestario en Diputación, no lleguen a un  entendimiento en la institución municipal, situada a escasos trescientos metros.

Sin embargo, si se atiende a las declaraciones de sus portavoces, no es difícil adivinar que la magnitud de la  fisura abierta entre Gorka Urtaran y Miren Larrion impide visualizar cualquier posibilidad de acuerdo presupuestario. Desde la filas de la coalición soberanista se asegura que el incumplimiento de lo pactado ha triturado la confianza depositada para cambiar las placas tectónicas que demanda la ciudad. El sismógrafo jeltzale, por el contrario, dice advertir  ondas sísmicas de cálculo político, que sólo pretenden erosionar la figura del alcalde en el año clave legislatura. Independientemente de quién tenga razón, lo cierto es que la política municipal regresa a las arenas movedizas de una negociación sujeta permanentemente  a escalas de tensión intensidad variable.

En Diputación la aguja del sismógrafo dibuja una realidad  diametralmente opuesta. Los mismos presupuestos que dan estabilidad al ejecutivo y presencia a EH-Bildu en la política foral,  han supuesto una carga de profundidad a la línea de flotación de Podemos; todo un tsunami para la tercera fuerza de la oposición. Mientras tanto, entre réplicas y temblores, el Partido Popular, tras el nombramiento de Javier De Andres al frente de la Delegación del Gobierno, aprovecha para reordenar filas; Ruiz de Arbulo recupera su escaño en el Parlamento Vasco y Ana Morales será la nueva jefa de filas del PP en la Cámara Alavesa.

Sin fallas geológicas a la vista,  el Diputado General, Ramiro González, ha concedido  la Medalla de Oro  a Juanjo Mena. El reconocimiento a este alavés, director de orquesta de prestigio internacional,  ha sido una acertada elección, sobre todo si se tiene en cuenta que este tipo de decisiones suelen provocar quebraderos de cabeza. Y si no,  que lo pegunten a los que padecen la resaca que el Tambor de Oro ha dejado  en vísperas de la Tamborrada donostiarra con redobles que resuenan huecos por haberse visto obligados a declarar desierto el galardón.