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Sabatina

La columna de José Félix Azurmendi (28/01/2017)

Reflexiones sobre la agitada actualidad social y política de la semana: actualidad del Parlamento Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, relaciones entre el PNV y EH Bildu...

Tx. El Parlamento Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria han dado mucho que hablar.

JFA. La gestión y aprobación de dos ponencias en el Parlamento vasco han servido, más allá de la relevancia de su contenido, para visibilizar la posición de cada uno de los grupos e intuir el que podría ser su juego futuro en esta Legislatura. Ha servido para certificar la firmeza del acuerdo PNV-PSE (PSOE), para entender el papel que se autoasigna Podemos-Ahal dugu, para constatar que el PP sigue actuando con la vista puesta en Madrid, y que EH Bildu se ha percatado de que le toca y le conviene ejercer de oposición firme.

Lo sucedido en el Ayuntamiento de Vitoria con la no aprobación de sus presupuestos se puede interpretar  desde esta perspectiva, en la medida en que Podemos e Irabazi se abstienen, EH Bildu se opone, y el PP se queda de invitado de piedra, mientras se evidencia que el pacto de jeltzales y socialistas es insuficiente. Seguro que al alcalde Urtaran no le faltan razones para actuar como ha actuado, como muy probable es que EH Bildu las tenga para defender ese incumplimiento de acuerdos al que apela para explicar su postura. Salvando las distancias, lo sucedido días antes con los  cambios de nombres de calles se podía haber visto como anuncio del desenlace en los presupuestos. Al alcalde le corresponde decidir acerca del cambio de nombres en las calles de la ciudad, pero su evidente debilidad tal vez le debió aconsejar más mano izquierda.

Tx. ¿Hay que suponer que las relaciones entre el PNV y Bildu van a empeorar?

JFA. El semanario Argia titula una entrevista con el ex secretario general de ELA Joxe Elorrieta a propósito del libro que acaba de publicar con una pregunta que parece haber empezado a tener respuesta: “Zergatik tematzen da Sortu EAJrekiko akordioan, honek ez badu nahi?”, que en traducción más o menos libre sería “por qué se empeña Sortu en acuerdos con el PNV cuando está claro que éste no los quiere”. A Elorrieta le parece evidente que el PNV actúa desde una lógica neoestatutista y no oculta sus objetivos: más competencias y mayor seguridad jurídica, respetando la legalidad vigente. Le parece poco razonable que la izquierda abertzale apele, con la metáfora de Telesforo Monzón, a compartir con él viaje hasta Maltzaga, cuando los destinos son tan diferentes.

Con reticencias por parte de la izquierda abertzale y la ausencia más o menos provisional del PP, que  no la ve suficientemente deslegitimadora de ETA, se ha constituido la Ponencia de Memoria y Convivencia. Se ha puesto en marcha la de Autogobierno, con la abstención de EH Bildu y el voto en contra del PP, que considera que no es necesario revisar el Estatuto de Gernika. Da que pensar que se hable de revisarlo, cuando quedan pendientes transferencias importantes, cuando nada asegura que el Estado esté hoy en mejor disposición para atender las reivindicaciones de los vascos. Cuando se acepta hablar de la superación del Estatuto de Gernika se está dando por supuesta la renuncia a exigir lo incumplido, se da por supuesto que el Estado nunca va a reconocer lo que aprobó cuando la correlación de fuerzas le era menos favorable.

Tx. Otros temas en esta agitada semana…

JFA. Si en los medios de comunicación, incluso en los más vasquistas, se habla ya con tanta naturalidad de Euskadi y Navarra como dos realidades distintas, no debería extrañar que no se considere oportuno fijar como día de Euskadi el 3 de diciembre, una jornada en la que coincidirían las dos comunidades con la explicación de que se trata del día del euskera, por serlo de San Fermín, del que se dice que pronunció en esta lengua, en el lejano Oriente, sus últimas palabras. Euskadi es un neologismo creado por Sabino Arana para denominar a Euskal Herria toda; el euskera es la Lingua Navarrorum, o sea de todos los vascos, pero nadie se habrá extrañado demasiado de que la propuesta de fijar el 3 de diciembre como Día de Euskadi no haya prosperado.

Y en estas andábamos, cuando se coló como quien no quiere la cosa que se estaba estudiando la reapertura de la central nuclear de Garoña, eso sí, con todas las medidas de seguridad adoptadas. Ese asunto no irá a Ponencia, no se tratará en las instituciones vascas, aunque la central en cuestión esté delante de sus narices.