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Crónica de Araba
Homenaje en Vitoria a los fusilados en el Cementerio de Santa Isabel
JB
El Ayuntamiento de VitoriaGasteiz recuerda con un monolito a los fusilados en el muro del Cementerio de Santa Isabel entre 1936 y 1945, hasta seis años después de finalziar el enfrentamiento armado.
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4:52 min
Febrero y Marzo, meses en los que vamos lentamente recuperando horas de luz mientras los rigores del invierno vitoriano nos muestran algunos rasgos de su gélido carácter, tienen también un peso específico en lo que a la memoria histórica de esta ciudad se refiere. El pasado jueves se cumplieron 18 años del atentado que segó la vida de Fernando Buesa y su escolta, Jorge Diez, y que conmocionó a la ciudad, rasgándola social y emocionalmente, como pocos sucesos lo han hecho a lo largo de su historia, al margen de otras graves consideraciones políticas.
No ha sido, sin embargo, el único acontecimiento en la historia reciente. La próxima semana recordaremos los 42 años del 3 de Marzo del 76, en el que cinco trabajadores, tras intensos meses de lucha y reivindicación, murieron por disparos de la policía en el brutal desalojo de la iglesia de San Francisco, único lugar de reunión posible en el contexto de un régimen dictatorial agonizante. En la historia siempre habrá una Vitoria distinta antes y después de aquella trágica fecha.
Hemos tenido también Febreros trémulos como el del año 81. En el calendario de aquel siniestro mes de Febrero de hace 39 años figura que Eta mató al Ingeniero de la frustrada central nuclear de Lemoiz, José Maria Ryan; que Joxe Arregi moría víctima de las torturas policiales; que El Rey Juan Carlos I era objeto de una inédita contestación que alteraba su visita a las Juntas de Gernika y que Tejero se subía a la tribuna del Congreso en el aquel deplorable 23F.
Esta pasada semana el Ayuntamiento de Vitoria, diez años después de la aprobación por el Gobierno de Zapatero de la ley de Memoria histórica, ha colocado un monolito en recuerdo de las personas fusiladas entre 1936 y 1945 en el muro del cementerio de Santa Isabel. Nadie cuestiona, sino más bien todo lo contrario, la necesidad de estos reconocimientos de las víctimas del Golpe del Estado del 36 y de la posterior dictadura franquista.
El catedrático de Historia Contemporánea, Santiago de Pablo, sin embargo, con el fin de combatir las medias verdades, dice no compartir el texto de base elegido para ilustrar el monolito y otros homenajes, porque estima que es un error extender la duración de la dictadura hasta 1978 e incluir literalmente en su redacción que "gozó del apoyo de la jerarquía católica".
Recuerda, en este sentido, la controvertida figura del Obispo Mateo Múgica, que inicialmente apoyo el levantamiento y después se alejó del régimen dictatorial, "sufriendo el exilio forzoso". Le parece más oportuno que en el texto, en lugar de jerarquía católica, se dijera que la gran mayoría de la sociedad alavesa apoyó la dictadura franquista impuesta por las armas, porque así fue - mal que nos pese-, asegura. El rigor histórico caracteriza los estudios académicos del catedrático, Santiago de Pablo, aunque algunas de sus conclusiones no dejan de ser opinables.
Para subrayar la importancia que - a su juicio- pudieran provocar estos errores, rescata con habilidad argumental la figura de Antonio Machado cuando en sus versos sostiene que " ¿Dijiste media verdad?, dirán que mientes dos veces, si dices la otra mitad". Y en su afán por combatir las medias verdades, Santiago de Pablo recuerda al poeta sevillano cuando aconseja “despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que hacerlas”. Son frases para reforzar opiniones, siempre respetables y acreditadas, aunque para algunos resulte difícil observar medias verdades en el texto con el que Ayuntamiento encabeza el monolito en memoria de los fusilados entre el 1936 y 1945; hasta seis años después de finalizado el enfrentamiento armado propiamente dicho.
Regresando a los tiempos actuales y a la luz de algunos acontecimientos recientes con penas de cárcel y censuras que cuestionan derechos como la libertad de expresión; con desproporcionadas prisiones preventivas de lo que para muchos son presos políticos y para otros políticos presos; con la existencia de exiliados, según unos, o fugados de la ley, según otros, y todo ello aderazado con gritos de “a por ellos” o con un espectáculo en el Teatro de la Zarzuela, en el que una cantante Pop intenta poner letra a un himno que nunca lo ha tenido, provocando el aplauso entusiasta de destacados representantes políticos y la expresiva indiferencia de otros, hay observadores para los que también tiene sentido recordar la figura y los textos de Antonio Machado, en los que el poeta sevillano, fallecido en el exilio de la Cataluña- francesa en Coillure, donde descansan sus restos desde hace 79 años, sin regresar a la tierra que los vio nacer, expresó sus lamentos en los siguientes versos.
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.