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Crónica de Euskal Herria
José Félix Azurmendi y Txerra Díez Unzueta analizan la actualidad
La puesta en libertad, en Alemania, de Carles Puigdemont; hace un año de la entrega de armas por parte de ETA y las protestas contra el gobierno de jueces y fiscales
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7:12 min
Tx. Una semana muy agitada esta que hoy termina, llena de noticias de verdad
JFA. Sin duda, la gran noticia de esta semana es la decisión del tribunal alemán que no aprecia rebelión en el procés y que deja en libertad bajo fianza al president Puigdemont. Que la familia real haya escenificado su falta de profesionalidad y sus miserias plebeyas o que la presidente de la Comunidad de Madrid nos tome a todos por tontos tratando de vendernos su moto y su master están teniendo más exposición mediática, pero la que afecta a la credibilidad internacional del Reyno de España y sus instituciones es la que un modesto tribunal de un modesto estado de Alemania ha protagonizado.
Cuando el servicio de Inteligencia español eligió Alemania para detener a Puigdemont lo hacía, asesorado por quien se supone conoce de estos asuntos, pensando que era dentro de la Unión Europea el que podía entender y aceptar el razonamiento del juez Llarena sobre el pretendido delito de Rebelión. La vida y movimientos del dirigente catalán estaban siendo vigilados y seguidos desde el primer momento, y su vehículo también o sobre todo. No es fácil de creer que el afectado y sus colaboradores policiales no contaran con ello, por eso que no resulte tan descabellado pensar que España tal vez haya caído en su propia trampa, porque era precisamente la decisión que se tomara en Alemania la que nadie podría desoír o minimizar. Por añadidura, el Estado español se enfrenta ahora a la denuncia de Bélgica por sus prácticas de espionaje.
Y, en efecto, las primeras reacciones de todos los medios políticos, institucionales y mediáticos no disimularon ni su desconcierto ni su preocupación ni su cabreo. Se está tratando ahora de vender la idea de que el juez Llarena podría recurrir al Tribunal de Luxemburgo, se está sugiriendo desde tribunas amigas que el procesamiento por Rebelión podría activarse una vez cumplida la primera condena por malversación o incluso si resultara absuelto. Se trata sin duda de una idea peregrina y desesperada para mitigar el mazazo que supone una descalificación de la Justicia española a su más alto nivel. Una vez más, una semana más, la siguiente pregunta es: ¿y ahora, qué? En Catalunya, en la investidura, en la situación de los presos. Todo esto va para largo, pero algo están consiguiendo los nacionalistas catalanes: la internacionalización de sus reivindicaciones, que toda Europa y medio mundo hable de ellas.
Tx. Hace un año, ETA entregaba todas las armas que reconocía tener
JFA. Un año después de la entrega de armas de ETA a través de los que se reconocen como artesanos de la paz, se están celebrando en Baiona y Miarritze actos que tienen a todas las víctimas en el centro de la reflexión. Ayer se reclamaba una paz con memoria, una mirada crítica del pasado, el reconocimiento de todos los sufrimientos, para construir un futuro entre todos. Decía ayer Mixel Berhokoirigoin que no se puede modificar la historia, que hubiéramos querido que hubiera sido diferente, “pero es la nuestra, nos exige respetar las distintas lecturas de los ocurrido, y también una lectura crítica del pasado”. Evidentemente, su mensaje está especialmente dirigido al mundo abertzale, que era mayoritario en la Cámara de Comercio de Baiona, pero son conceptos que lo trascienden. Hoy seguirán en Miarritze las jornadas organizadas por Bake Bidea y se hablará de los presos. Hay víctimas que solo pueden ser reparadas en su memoria, pero los presos, que también son víctimas, pueden y deben ser objeto de una reparación efectiva con la aplicación de medidas que palíen la excepcionalidad de sus condenas, que aceleren su puesta en libertad. De eso y de lo que a ellos les correspondería hacer se hablará hoy en ese foro.
Llama la atención por otra parte el interés y la complicidad social con que se siguen estos movimientos en Iparralde, y la indiferencia, cuando no la desconfianza o animadversión con que se viven en buena parte de la sociedad de Hegoalde. Bien merecería una reflexión.
Tx. Esta semana, también jueces y fiscales han protestada
JFA. Salieron a la calle las mujeres, salieron y siguen saliendo los pensionistas y los trabajadores condenados al paro; dejaron ver sus protestas los policías, y ahora, esta semana, han sido jueces y fiscales los que se han manifestado, ordenadamente por supuesto y casi siempre en la escalera de acceso a sus juzgados, para reclamar más medios, más retribuciones, y más independencia. Algo está cambiando, no todo son malas noticias, especialmente si lo de la independencia cala; que jueces y fiscales se dejen ver, muestren sus rostros y sus aspiraciones, es una señal de normalidad, en unas profesiones que han venido haciendo de su invisibilidad social y su teatralidad profesional, además de endogamias y otras particularidades del país, instrumentos de trabajo.