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Crónica de Euskal Herria

José Félix Azurmendi analiza la actualidad en su crónica de Euskal Herria

José Félix Azurmendi analiza la actualidad en su crónica de Euskal Herria

  • 8:08 min
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Tx. Fin de semana largo este, que fue de la Hispanidad y la Raza…

JFA. Un día que llamaron de la Raza, que un obispo de Abadiño, Zacarías Vizcarra, transformó en Día de la Hispanidad y hoy llaman pudorosamente Fiesta nacional de España y celebran con desfiles militares y agasajos en los cuarteles de la Guardia Civil. No es de eso sin embargo de lo que quería hablar en esta sabatina, sino de algo que me parece más trascendente para nosotros.

La desaparición del último vestigio de la pujanza industrial de la margen izquierda de la ría de Bilbao –estoy convencido de que la Naval de Sestao no tiene remedio, como lo estoy de que van a ser muy pocos sus trabajadores que acepten el traslado a la empresa pública Navantia en El Ferrol o Cádiz- me da ocasión para recordar lo que Ramón de la Sota y Aburto le escribía a Manuel Irujo desde su exilio en el faro de Biarritz. Decía desde su autorizada experiencia y conocimiento que “bajo la pasividad del PNV (en los años 50 y 60) se escondía en realidad el enriquecimiento del conjunto de la burguesía vasca, bien protegida por la legislación franquista”.

Y añadía que “la década del crecimiento industrial vasco se realizó a partir de esa estructura industrial que los nacionalistas se negaron a destruir en el 37”. A la hora de analizar la liquidación progresiva de las industrias madre del Gran Bilbao, en menos de treinta años y con complicidades transversales, no deberían dejarse de lado lo que las palabras de Sota aportan sobre la burguesía vasca -de la que él era un excepcional referente-, sobre la protección franquista en la que se movieron, y sobre algunas decisiones del Partido en el que militaba.

El cierre de La Naval de Sestao coincide con la conversión en isla de la península de Zorrotzaurre. Alguien debería recordar en esta circunstancia el papel protagonista que jugaron en los setenta las asambleas de los trabajadores de las empresas que allí se alojaban, ahora en ruinas casi todas, a la hora de decidir huelgas y marchar hacia Bilbao. Zorrotzaurre era una península entonces, comunicada activamente por gasolino con la margen izquierda, difícil de domeñar por el sistema. Va a quedar muy hermosa la isla, pero no tan rica con seguridad como la historia humana que atesora.

Tx. ¿Qué más has seleccionado de estos últimos días?

JFA. El partido de fútbol de ayer en Mendizorrotza, entre las selecciones de Euskadi y Venezuela, jugado en un campo casi lleno, con esa animación que tanto se hace sentir en ese escenario. Un día antes había jugado la española contra la de Gales, sin su mejor jugador, sin el madridista Gareth Bale, por lesión. Alguien pareció extrañarse de que no fuera este jugador de la selección inglesa, que es próximo rival de la española. Nadie se detuvo a explicar que en Gran Bretaña hay diferentes selecciones nacionales, la inglesa, la escocesa, la galesa.

En el campo del Alavés se pudo ver ayer una enorme pancarta que decía que en 2020, en la sede de Bilbao debe estar la selección de Euskadi o ninguna. Se trata de una vieja reclamación que los gobiernos españoles, los de derecha y los de izquierda, se niegan a aceptar, como si les fuera en ello su esencia. Todos dicen que no se deben politizar los deportes, pero todos los utilizan ad maiorem gloriam de sus ideas.

No ha sido la del fútbol la única razón por la que Venezuela ha sido invocada entre nosotros. De Venezuela echó mano Darpón, un consejero en apuros, para defenderse el otro día en el Parlamento Vasco, diciendo que esto no es Venezuela, recurriendo a un argumento muy caro a la derecha española, con el que más de uno entre nosotros debió sentirse incómodo, si no agredido. Alguien debería hacérselo saber.

Tx. Alguna otra particularidad de la semana que quieras subrayar

JFA. El viaje al corazón de Europa, por ejemplo, de esa inhabitual delegación conformada por Joseba Egibar y Maddalen Iriarte para recordar que aquí hay un pueblo que quiere tomar sus propias decisiones. Se trata de los portavoces del PNV y EH Bildu, pero se trata también de dos personas con una gran historia y carga familiar sobre sus hombros, que tiene en el pueblo de Larramendi, Arregi, Lekuona y Ugalde, Andoain,  origen y resumen de las dos grandes corrientes del abertzalismo. Es seguramente solo un guiño de la historia, que en estos asuntos del corazón son a veces los más sensibles.