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Crónica de Araba

Sorprendente acuerdo fiscal para evidenciar la minoria del gobierno foral

J.B.

Partido Popular, Euskal Herria Bildu y Orain Araba alcanzan un inédio acuerdo fiscal, evidenciando la minoria del gobierno de Ramiro Gonzalez en la Diputación Foral.

  • DFA

    DFA Foto: Mikel Arrazola. Irekia-GV/EJ

    4:01 min
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La batida de caza que cuatro arqueros preparan en Salburua para frenar la superpoblación de jabalíes difícilmente superará el cruce de flechas al que hemos asistido durante las últimas jornadas en las Juntas Generales Alava. En el parlamento alavés los arqueros de la oposición, desde el rececho de sus escaños, han tensado las cuerdas de sus cimbres de medio punto y abierto el cofre sagrado de la fiscalidad.

El insólito alineamiento de tres fuerzas tan distintas como Partido Popular, Euskal Herria Bildu y Orain Araba, integrado por los escindidos de Podemos, en una materia de alta sensibilidad sorprendió al ejecutivo foral.

El cebo inicial de la propuesta fiscal llevaba el clásico sello del Partido Popular, pero no había logrado pasar el trámite de la Comisión. Sin embargo, inesperadamente, en el Pleno los populares no tuvieron problemas en aceptar las enmiendas de los escindidos de podemos. Las reducciones fiscales se transformaron en ayudas directas y Eh–Bildu se sumó a las propuestas.

Los vasallos del gobierno en minoría no pudieron neutralizar los dardos de unas iniciativas que atraviesan las almenas del edificio de hacienda y obligan a restaurar el cheque bebé, a aumentar hasta los 16.800 euros las rentas exentas de tributación y a repartir dos millones euros entre todos los mayores de 65 años.

El ejecutivo, en un primer momento, acusó el golpe. Necesitó unas horas para reaccionar y lo hizo transformando en boomerang las ballestas de la oposición. La buena intención, que se desprende en una primera lectura de las medidas aprobadas, es en realidad, según el gobierno foral, un espejismo producto de la negligencia o el desconocimiento. Se cifra en siete millones de euros el impacto sobre las arcas forales. Los mayores de 65 años tendrán que esperar hasta 2.020 para recibir las ayudas. Aquellos que ingresen más de 1.314 euros mensuales no podrán acceder a las ayudas directas y tampoco tendrán deducción.

Según el titular de la hacienda foral, lo aprobado por la oposición es complejo de aplicar, no garantiza equidad ni progresividad y pone en riesgo la armonización fiscal; una asignatura ya pendiente para el próximo gobierno.

Desde la oposición del Partido Popular y EH-Bildu no se oculta un cierto desengaño con el Gobierno de PNV y PSE en Diputación, con alguna exclamación de desdén tan expresiva como poco afortunada desde la bancada del PP.

Soberanistas de izquierdas y Partido Popular, por separado lógicamente, han dado su respaldo al gobierno foral en diferentes e momentos importantes a lo largo de la legislatura. EH-Bildu lo hizo durante los dos primeros años en materia presupuestaria y el Partido Popular apoyando la reforma del Impuesto de Sociedades y los presupuestos del tercer ejercicio. Ambos, inesperadamente, han unido ahora sus fuerzas para evidenciar la minoría del Gobierno de Ramiro González.

Lo cierto es que en acuerdos cruzados a tres bandas todos pueden encontrar siempre motivos para sentirse ofendidos. Las cañas se vuelven lanzas en la recta final de la legislatura, aunque el titular de hacienda lamente que para desgastar al gobierno se perjudique- en su opinión- al Territorio y a los ciudadanos porque- a su juicio- no se puede actuar con revanchismo en fiscalidad.

La proximidad de la cita electoral abre el dique de las declaraciones, destilando sentimientos de agravios retenidos, de la misma manera que por las compuertas de sistema del Zadorra desembalsan el agua almacenadas en Ullibarri y Urrunaga. Turbinar lo almacenado no es nocivo, si se hace evitando el desbordamiento de los cauces fluviales y políticos.