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Cara a Cara 27-4-2018

"Las mujeres nos sentimos terriblemente humilladas con la sentencia"

Igor Marín y Cristina Bereziartua hablan de la indignación social que ha producido la sentencia de un caso como el de "La Manada". Los jueces lo han considerado abuso pero no violación ni agresión.

  • 8:33 min
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Igor Marín asegura que ayer en Madrid en las movilizaciones de protesta había miles de personas, miles de mujeres y también muchísimos hombres. Y añade que es algo para tomar nota. El colaborador destaca que el Gobierno acaba de anunciar que estudia modificar el Código Penal por delitos de este tipo. Y recuerda la movilización social del 8 de marzo que abrió los ojos, dice, a muchas mujeres y también a muchos hombres.

Cristina Bereziartua subraya las concentraciones espontáneas que se han producido frente a los Juzgados con una indignación que, señala, hoy es brutal. La colaboradora explica que la inmensa mayoría de las mujeres se sienten terriblemente humilladas con esta sentencia. Para ella, en esta ocasión, se han dado las condiciones para que la gente salga a la calle pero esto no es nada nuevo. Se pregunta si hay que poner en riesgo la vida para demostrar que es una violación, no un abuso. Bereziartua recurre al ejemplo de que en los delitos de robo, la Policía te dice que no te enfrentes al agresor para no poner en riesgo tu vida. Ella se plantea que este tipo de sentencias, en cambio, transmiten que si agreden sexualmente a las mujeres éstas se tienen que enfrentar a los agresores con la escalada de violencia que eso puede suponer y poner en riesgo la vida, lo que es inadmisible.

Hay algo que le ha sentado terriblemente mal a Igor Marín que es que las cuatro asociaciones de jueces de España se manifiestan sorprendidas y creen desmesuradas las protestas por estos hechos. El contertulio opina que los jueces viven en una burbuja que no es normal y se pregunta por qué no miran hacia afuera. Cristina Bereziartua corrobora que viven en una burbuja en la que tienden a ceñirse a lo que viene en las leyes pero la sociedad, comenta, va por delante de lo que se legisla. A Marín le queda muy claro en la narración de los hechos que ha habido una agresión e insiste en que los jueces tienen  que bajar a la calle. Cristina Bereziartua inerviene después para hacer una defensa del movimiento feminista que, en su opinión, tiene personas muy formadas con una capacidad crítica importante.