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CARA A CARA 8-2-2019

Cristina Bereziartua: "Vitoria está plagada de salones de juego"

El periodista y moderador Ismael Diaz de Mendibil pregunta a los colaboradores su opinión sobre la apertura de salones de juego y locales de apuestas.

  • Juego y apuestas

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Lo hace a raíz de la petición del alcalde de Vitoria-Gasteiz al Gobierno Vasco de restringir las autorizaciones para abrir salones de juego y locales de apuestas en la ciudad. Alain Coloma confiesa ser muy crítico con la lotería en general y afirma que él no juega. El colaborador reconoce la existencia de verdaderos dramas de adicción al juego, de ludopatía. El sector del juego, en su opinión, debe estar sujeto a controles muchísimo más rigurosos.

Cristina Bereziartua, en sus recorridos por la capital alavesa, ha visto que Vitoria está plagada de salones de juego. Se pregunta si ahora van a prohibir las aperturas y se responde que es algo que llega tarde por los locales ya existentes cerca de centros escolares, de lugares de ocio de los jóvenes... La colaboradora piensa que "tenemos un problemón, que el problema ya lo tenemos en la calle" y que esto de restringir las autorizaciones queda muy bonito como titular. Bereziartua pone como ejemplo su propia experiencia, ya que tiene un crío de 4 años y explica que en la panadería de su barrio hay una maquinita porque también es bar y ella le dice que no.

Coloma asegura que hay estudios a nivel estatal que demuestran muy claramente la proliferación de muchos locales en zonas deprimidas económicamente. Su conclusión es que, como sociedad, solo por los problemas sociales que supone, el juego tiene que estar restringido. La comentarista destaca asimismo las adicciones que se están generando en menores.

El moderador cambia de cuestión y plantea que los vecinos del Casco Viejo piden que se restrinja el tráfico. Alain Coloma manifiesta que él es vecino y que hay que replantear la situación del tráfico allí. El contertulio señala que no es tanto eliminarlo del todo como que el tráfico privado, el que no es de carga, sea el menor posible. Él cree que hay que valorarlo y estudiarlo. A Cristina Bereziartua esa limitación del tráfico le resulta muy adecuada. Ella está convencida de que el tráfico, aparte de ser incómodo, deteriora el entorno. Y añade que un Casco Viejo es un bien que se tiene que conservar.