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ESCRITO EN EL AIRE
'Espero que no se especule con los terrenos liberados'
En su escrito en el aire, Enrike Ruiz de Gordoa reflexiona sobre el soterramiento del ferrocarril a su paso por Gasteiz. Un proyecto del que se lleva años hablando pero que todavía no se ha ejecutado.
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En estos tiempos en los que el laicismo impera, a las personas que habitamos en este pequeño Territorio Histórico nos viene a la memoria y a nuestra boca esa frase bíblica de “yo como Santo Tomás, si no lo veo, no lo creo”.
Con el tema de la vieja noticia, de nuevo puesta en circulación en todos los primeros planos de la actualidad, sobre el soterramiento de las vías del tren en esta capital de Euskadi, la ciudadanía con algunos años recordamos cuántas visitas de ministras y ministros, cuántas manifestaciones de que la cicatriz vial tenía los años contados, cuántos actos magníficos, cuántas fotos de sonrisas cómplices, cuántas maquetas y simulaciones en época electoral…. Y parece que ahora, sí que sí.
Tengo el honor de haber nacido y vivido hasta mi emancipación en la calle Nieves Cano de Vitoria-Gasteiz, donde están ahora las facultades de la Universidad (que no las universidades, ya que solo tenemos una, la UPV) y siempre he oído eso de “voy a subir a Vitoria” como si esta área de San Cristóbal, donde está ahora la sede de esta emisora, Radio Vitoria y del grupo EITB, como si los de “Sancris” fuéramos de una república independiente, fruto de esas malditas vías de tren que dividen y parten en dos, Norte y Sur, todo el Término Municipal, de Este a Oeste. Una barrera no mental, sino física para la que, parece, que se ha llegado a un acuerdo, catalogado de histórico (por cierto, igual que se definió el de 2010 y quedó en “agua de borrajas”).
Celebro, y espero que celebremos con júbilo este acuerdo, este paso de gigante. ¡A ver si no se tuerce y se concreta, se da con la financiación y no se utiliza la especulación con los terrenos liberados… pero sobre todo, se mantiene el acuerdo entre todas las partes implicadas! Porque esta ciudadanía recuerda dos acuerdos, por ejemplo, para dotarnos, en dos ocasiones, de un auditorio que no hemos visto ni en Senda ni en Lakua, y que después de tirar miles, y miles y miles de euros a la basura, todavía la semana pasada, alguien reclamaba sus honorarios por trabajos realizados para el proyecto del auditorio de La Senda y que todavía no ha cobrado.
Fe y paciencia vamos a necesitar a raudales para no tener que ser unos incrédulos Santotomás. Por ello, acordar, acordar y acordar para solucionar un problema urbanístico que viene desde el año 1862, ¡vamos, ayer!
Sí quisiera llamar la atención de que existen peligrosos, molestos y anacrónicos pasos a nivel por todo el Territorio de Araba que merecerían una negociación, un acuerdo para su transformación y desaparición como tales para garantizar la seguridad de las personas y de los vehículos. Existen otras realidades rurales que también tienen esas cicatrices que dividen a su vecindario y a su trama urbana.
Ah!, no quiero olvidarme de felicitar a todas las partes, a todas las personas que han hecho posible que hoy no tengamos la huelga de la limpieza viaria en Vitoria-Gasteiz. Algo está cambiando y es posible conocerse, reconocerse, hablar, dejarse la piel, si es preciso, y acordar. Zorionak! A ver si esta felicidad no es momentánea y pasajera. ¡Sigamos dialogando!
