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ESCRITO EN EL AIRE
'Si se produce un fallo contra la ley de víctimas, el TC se deslegitimará'
El escritor Juan Ibarrondo considera que el Tribunal Constitucional quedará deslegitimizado si falla contra la Ley Vasca de Víctimas que el Gobierno español ha recurrido.
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2:33 min
Acostumbrados a las “cacicadas” del gobierno de Madrid, corremos el riesgo de que pase desapercibida una decisión especialmente grave que hemos conocido esta pasada semana.
Me refiero al recurso al Tribunal Constitucional que el gobierno español ha presentado contra la ley sobre Víctimas de Violencia Estatal en el País Vasco.
La decisión es muy grave por distintos motivos. De un lado, se consolida la utilización política del Tribunal Constitucional como martillo de herejes contra cualquier propuesta que disguste al gobierno de turno.
De otro, a la espera de la decisión, a nadie se le escapa, que con su actual composición y precedentes, es muy probable que el alto tribunal dictamine contra la ley vasca.
Me consta, además, que la ley ha sido redactada con extremo cuida el Trdo por juristas de incuestionable prestigio y capacidad, y avalada por expertos internacionales, que coinciden en que esta ley cumple con todos los requisitos de la legalidad estatal e internacional.
De modo, que si finalmente se produce un fallo contra la ley, el constitucional se deslegitimará aún más de lo que está como órgano imparcial fruto de la separación de poderes. Y en ese mismo sentido, se pondrá en cuestión también la capacidad del Parlamento Vasco para llevar adelante su función legislativa en un tema que no debería levantar discrepancia alguna.
Cómo es posible que alguien pueda poner en cuestión el derecho de las víctimas del Estado (o de sus cloacas) a recibir verdad, reparación, justicia, y garantías de no repetición.
Negarles estos derechos es ponerse del lado de los victimarios, es decir: de los terroristas del GAL, de los torturadores, de los mercenarios… y en contra de las víctimas de sus execrables crímenes.
Negarles estos derechos supone también realizar una nueva agresión contra las víctimas, sus familiares y allegados. Volver a victimizarlas al poner en duda sus derechos como tales, obligarles a continuar con su sufrimiento y a revivirlo, al imposibilitarles que pasen página y puedan vivir en paz.
Frente a este desafuero, la sociedad vasca y sus representantes, deberíamos responder desde el consenso -que afortunadamente se va construyendo sobre este tema- pero con la contundencia debida.
Levantado bien alta la voz para decir al mundo que en el Reino de España no se respetan los derechos humanos de las víctimas de la violencia de Estado, mientras los criminales -en muchos casos- continúan impunes.