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Crónica de Araba
Cambio Climático y Alzhéimer, dos retos pendientes que condicionan el bienestar
EITB MEDIA
Dos citas, dos encuentros, uno en Glasgow y otro en el Palacio de Congresos en Vitoria-Gasteiz, nos alertan esta semana de dos retos a los que no podemos dar la espalda: el cambio climático y el Alzhéimer El Cambio Climático y el Alzhéimer.
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Cuatrocientas personas se han dado cita en el Congreso del Alzhéimer en Vitoria-Gasteiz
2:36 min
Uno compromete seriamente la salud del planeta y el otro corroe al almacén de los recuerdos, anulando progresivamente la personalidad del ser humano hasta el final de sus días. Dos fenómenos de naturaleza distinta, que amenazan nuestro bienestar, como si fuéramos fósiles de combustión rápida. Una muestra más de nuestra vulnerabilidad, sin habernos desprendido todavía de la pandemia del coronavirus.
La opinión pública anhela, con una mezcla de esperanza y escepticismo, que los compromisos en la capital escocesa posibiliten una transición energética medioambientalmente sostenible. Mientras tanto, en Palacio de la Avenida de Gasteiz, cuatrocientas personas se dan cita en el noveno Congreso del Alzhéimer, con el objetivo de poner en el centro a un paciente a veces excluido; mejorar su calidad de vida y avanzar en la lucha contra una enfermedad, que también de deteriora los entornos más próximos de familiares, cuidadores y amigos.
Las emisiones del dióxido de carbono y el calentamiento global atentan contra la biodiversidad. No hay que olvidarlo. Como tampoco que la degeneración neuronal del alzheimer provoca un efecto invernadero en el ser humano que lo aísla en el limbo amniótico de la desmemoria.
Cero emisiones, cero omisiones, rezan sendos slogans de estos dos encuentros. Tal vez sea aconsejable recurrir a voces autorizadas para reconocer la dimensión de los retos que afrontamos.
El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha dicho que basta de brutalizar la biodiversidad; de matarnos a nosotros mismos con carbono; de tratar a la naturaleza como una letrina y de cavar nuestra propia tumba, ha sentenciado.
El Alzheimer borra la memoria, no los sentimientos, nos recuerda Pascual Margall. En ningún lugar está escrito que esta enfermedad sea invencible. A quienes padecen esta enfermedad les puede lleguar un momento en el que no recuerden quienes son, pero nosotros sí.
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla, nos dijo Gabriel García Márquez. Al final, como le confesó un paciente a su pareja y cuidadora: "Lo bueno de tener Alzheimer es que me enamoro de ti todos los días". No lo olvidemos.