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Crónica de Araba

El descenso de la pandemia nos descubre una compleja realidad

EITB-MEDIA

Primer fin de semana sin restricciones. Remite la pandemia. La incidencia en Araba está por debajo de los mil casos. Disminuye la tensión hospitalaria. El virus pierde fuerzan y la pandemia en retirada abre paso a una nueva realidad con toda su complejidad.

  • El BEI continua con su lenta pero progresiva incorporación al transporte urbano de Vitoria-Gasteiz

    El BEI continua con su lenta pero progresiva incorporación al transporte urbano de Vitoria-Gasteiz

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Descienden los contagios, pero suben los precios. La preocupación se traslada del coronavirus a la escalada inflacionista. Como ocurrió con la Omicron, del encarecimiento de los precios se conocen sus efectos inmediatos, pero de esta mutante se ignora su evolución con exactitud. Las rebajas amortiguan la pérdida del poder adquisitivo doméstico. Un analgésico momentáneo. A la OMS ahora le releva El Banco Central Europeo, que es quien vigila de cerca el virus de la inflación y aplica el manual de instrucciones que regula la liquidez y tipos de interés.

Las históricas recaudaciones de las arcas forales, un fiel termómetro de la actividad económica, dan testimonio de una incipiente recuperación en los entornos más inmediatos. Los principales resortes se muestran activos. Las políticas públicas están garantizadas. Serán necesarias, pero no suficientes. Nadie vive aislado. Los estímulos de una económica dopada, a juicio de los especialistas, obligan a la prudencia. El cuadro geopolítico está alterado. El precio de la energía y la crisis en la cadena de suministros incrementan los costes y obstaculizan la actividad industrial, clave en el Producto Interior Bruto de nuestro Territorio.

Los claroscuros de la economía cuentan con unos índices de ocupación que registran buenos comportamientos, aunque el empleo sigue adoleciendo de una precariedad que la extenuada reforma laboral y el nuevo salario mínimo interprofesional pretenden combatir. Los fondos europeos y las apuestas estratégicas alimentan las esperanzas de que la recuperación post -covid sea una realidad.

A medida que nos depredemos de la membrana pandémica que nos ha envuelto durante los dos últimos años, aflora una realidad compleja, difícil de entender en ocasiones y a veces contradictoria e imprevisible.No sabemos con certeza, por ejemplo, si vivimos en la antesala de una guerra entre potencias nucleares, con Ucrania como escenario de pretexto, o en la exageración propagandística en un revuelto orden mundial donde, como siempre, la primera víctima es la verdad.

El gaseoducto que une Alemania y Rusia a través del Báltico, el Nord Stream 2, se ha convertido en un arma de guerra geopolítica. Los mil dos doscientos kilómetros de canalizaciones con una inversión de diez mil millones de euros, han despertado los recelos de Estados Unidos porque deposita en Moscú la lave del suministro de gas al Este y Centro de Europa. Bruselas, mientras tanto, en contra de la mayoría de los expertos consultados y de numerosos socios de la Unión Europea, declara verdes la energía nuclear y el gas en su lucha contra el cambio climático. Araba, por el contrario, territorio no nuclear por definición, cierra las puertas a las exploraciones gasísticas en el subsuelo, mientras su superficie irrumpe como paraíso de parques eólicos o tierra prometida de gigantes huertos fotovoltaicos. Demasiados elementos en juego de una compleja realidad a los que el tiempo irá poniendo en su sitio.

El microclima político en Alava, por otra parte, se muestra estable frente a las grandes turbulencias que se observan al otro lado del Ebro. Las elecciones castellano-leonesas han pasado desapercibidas en Treviño. La exigua participación, muy por dejado del cincuenta por ciento, revela la escasa identidad del enclave burgalés con la comunidad a la que pertenece administrativamente. Los resultados electorales han situado en una encrucijada política precisamente a la fuerza convocante. La agridulce victoria del PP y el éxito de VOX han ensombrecido las derrotas, tanto de los socialistas como de Unidas Podemos, y ensordecido el canto de cisne de Ciudadanos.

Los populares vascos pretendieron huir de los focos que alumbraban estrategias fallidas y brindaron un inédito arrope a su única concejala en Iruña de Oca, queriendo dar a entender que el acuerdo presupuestario entre socialistas y EH-Bildu en el municipio le hacía acreedora de un acto de desagravio. Los representantes del PP en el Ayuntamiento de Vitoria, por su parte, han vuelto esta semana a arremeter contra el BEI. Pero sus críticas por el gasto del Bus Eléctrico Inteligente, ahora incrementado por los costes energéticos se han visto sofocadas porque las altas tensiones en los circuitos internos del Partido Popular han hecho estallar todos los plomos entre el cuartel general de Génova y la presidencia autonómica de la Puerta del Sol.

Precisamente El Deportivo Alavés aspira a cortocircuitar esta noche los cables del Real Madrid. Las renovables energías que los de Mendilibar exhibieron ante el Valencia en Mendizorrotza pasan hoy por el siempre complicado test del Bernabéu, antes de viajar a Getafe y recibir al Sevilla. Gigantes, que diría el Quijote, o Molinos de Viento, que apuntara Sancho, los albiazules necesitan hacer saltar los plomos en Chamartin o en el Coliseum de Alfonso Pérez para alumbrar un futuro distinto. Es la complicada realidad tras la pandemia que afronta el Alavés en las proximidades del Manzanares.