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historia y patrimonio

PATRIMONIO

Resuelto el doble misterio de la ermita de San Juan de Cárcamo

Isabel Mellén, de Álava Medieval, y José Antonio Munita, de la UPV-EHU, han realizado un estudio en el que concluyen que la orden religiosa del Císter no estuvo en el actual concejo de Cárcamo

  • INSCRIPCIÓN. CARCAMO. ERMITA. ALAVA MEDIEVAL.

    Inscripción con la cartela "el año 1150 el Cister vino". ÁLAVA MEDIEVAL

    11:34 min
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El 11 de septiembre de 1975 un vecino de la localidad de Cárcamo, en el municipio de Valdegovía, encontró una piedra con una inscripción antigua en la ermita de San Juan.  Vidal Fernández de Palomares,  sacerdote nacido en Guinea e investigación histórico  dictaminó que allí se podía leer una frase enigmática todavía: anno centesimo quinquagesimo cister venit -el año (se sobreentiende mil) ciento cincuenta vino el Císter-.

Una reciente investigación ha desmontado el error histórico. Una nueva lectura de la inscripción ha revelado que realmente se lee en esa piedra hallada en San Juan de Cárcamo es: angel[i]cis revent… una locución incompleta que podría traducirse de forma aproximada como “…con los ángeles que han de volver…”. No hay alusión ni al Císter ni al año 1150. El autor de esta nueva lectura es el profesor y medievalista José Antonio Munita Loinaz, experto en Paleografía. Además, revela que el tipo de letra de la inscripción ni siquiera es medieval, sino que encaja con la letra humanista que comienza a emplearse a partir del siglo XVI. En cuanto al propósito o función de esa frase incompleta y de esa pieza tallada, por el escaso contenido que nos revela, podría tratarse de parte de un sepulcro renacentista con alguna inscripción de carácter fúnebre.

La investigación ha llevado también a indagar en el pasado de esta enigmática ermita.. Isabel Mellén, del equipo de Álava Medieval-Erdi Aroko Araba, ha dado con otro error histórico que se ha ido perpetuando en torno a  esta ermita de Cárcamo. Hoy en día la conocemos bajo el nombre de San Juan, pero se trata en realidad de una advocación adjudicada por error en pleno siglo XX, cuando el templo se encontraba en estado de abandono y al borde de la ruina. Si bien es cierto que hubo en la localidad una ermita de San Juan, de la que sobrevive una talla gótica, ésta aparece mencionada por última vez en 1778 y tuvo que desaparecer en algún momento cercano a esa fecha. Lo que se ha podido deducir a raíz de esta nueva investigación es que originalmente estuvo dedicada a San Torcuato y que al menos a partir de 1691 pasará a ser conocida como la ermita de San Sebastián.