Cristina pone al Lobo contra las cuerdas

En el último duelo de eliminación estuvo a punto de saltar la sorpresa. Lobo parecía incapaz de conseguir un péndulo perfecto para poder cortar la cuerda de Cris con el hacha. La cuerda de ayuda que el programa ofreció a los duelistas dio mucha v ida a Cristina. La navarra enseguida se adaptó a la nueva dinámica y empezó a golpear la cuerda de Lobo. Golpes leves sí, es cierto, pero golpes al fin y al cabo. Ahí espabiló el aragonés. Espoleado por el despertar de Cris Lobo fue capaz de enganchar 4 golpes seguidos y terminó con las esperanzas de su rival. Ahora Cris está en casa y Lobo ha vuelto al campamento de los Cóndores, para la alegría de Migueliz y Lujanbio (la pareja de moda en Patagonia).

Las últimas horas de Cris en su campamento fueron las peores para ella. Cuando nadie se percataba de su presencia ella era feliz. Cuando empezó a tener protagonismo se acabó lo que se daba. Goñi comprendió pronto que tenía que acabar con la participante más débil de su grupo. Evidentemente el capitán contaba con el beneplácito de David, Isa y Sarai (que se siente traicionada por la nominación de Cris en la Asamblea anterior). En el Juego de Inmunidad los rojos dejaron a Cris pelearse ella sola contra el mundo. Una vez que se confirmó una nueva victoria de los Guanacos los rojos no disimularon su intención de ser últimos y así evitar la nominación directa de uno de sus miembros más fuertes. A la única a la que no le interesaba perder era a Cris.

Los Cóndores, mientras, sufrieron en sus carnes la mala estrategia de Migueliz. Yeray y Goñi convencieron al policía municipal de Zarautz para que hiciera él los dos primeros tramos del Juego y el cóndor picó como un panchito. Fue incapaz de completar el segundo tramo y, tras unas cuantas caídas, tuvo que conformarse con ser segundo en el desafío.

Tras el último programa ya solo quedan 9 participantes en la Patagonia. La Unificación está a la vuelta de la esquina pero la gran sorpresa para todos ellos será descubrir que su nuevo viaje no les lleva a los hielos del Sur sino a la tórrida selva del norte de Argentina.