Safari Wazungu
By Ramón Roteta
Guiso al ritmo africano
En la mítica Duna 45 del desierto de Namib, los exploradores formados ya por parejas para este alocado safari, se levantaron al ritmo africano que imponía Ramón Roteta con sus cazuelas.
La poca vegetación adaptada al lugar vive del frescor de la noche. La noche fue larga, vi amanecer tres veces y animales merodear lo que había en el fuego. ‘¿Dónde estoy?’, ‘¿Qué hora es?’, son algunas de las preguntas que me hacía a mí mismo, sin respuesta, viendo relajadamente el amanecer de un nuevo día.
Mentalizado y resignado entre dunas, afronté la subida a la mítica Duna 45. Pero, cocinar en el desierto es como componer música; cansado no se puede cocinar. Un pequeño paseo pasó página y abrió un nuevo estado de ánimo.
Las ascuas del fuego consiguieron dar sabor al agua y los huesos de chuleta, entre el crujir de la madera y el canto de los animales.
¡Qué mejor que un guisado ante el frio! Muslos de pollo, harina, cebolla, tomate, pimiento rojo, calabacín, sal y pimienta blanca, entre otros, formaban las notas musicales del deseado plato.
Y por ese orden se hicieron en dos cazuelas. ¡Ah, y no hay buen guiso….sin buen caldo! La diferencia está en el tempo, en los ingredientes y en algo que no había allí.
De lo visto, ¡mejor lo vivido! ¡Y si no, imagínatelo…África!