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Zinemaldia

CARRERA POR LA CONCHA DE ORO

'La Herida' cierra hoy las películas a concurso de la Sección Oficial

Natxo Velez | eitb.com

Un tanto difuminada por la alargada sombra de Hugh Jackman, hoy concurre en la Sección Oficial la película "La Herida", del director y reputado montador andaluz Fernando Franco.

  • La Herida

    Imagen de la película 'La Herida'

Hay vida en Donostia más allá de Hugh Jackman, y la Sección Oficial sigue su curso este viernes, víspera de la última jornada del Zinemaldia; hoy se presenta a concurso "La Herida", una película que aborda el trastorno límite de la personalidad, desorden emocional que lleva a quien lo sufre a relaciones caóticas y fuertes altibajos anímicos.

Ana tiene 30 años y es conductora de ambulancias. Aunque es eficiente en su trabajo, fuera de éste le cuesta relacionarse; ella no lo sabe, pero padece lo que los psiquiatras denominan trastorno límite de la personalidad. Esto le lleva a impulsos autodestructivos, el abuso de alcohol y la autolesión. Ana es incapaz de lograr su máximo anhelo: ser feliz.

Con este título, Fernando Franco (Sevilla, 1976) firma su primer largometraje como director, aunque lleva más de una docena de años trabajando como montador en títulos como "Blancanieves" de Pablo Berger o "No tengas miedo" de Montxo Armendáriz.

Las heridas, nexo común ayer en la Sección Oficial

Y precisamente las heridas, o la incapacidad para cerrarlas y que cicatricen, fueron protagonistas también en las películas aspirantes a la Concha de Oro estrenadas ayer. En "Devil's knot", Atom Egoyan presenta su visión desasosegante sobre el dolor y la forma de canalizarlo, basándose en un hecho real ocurrido hace 20 años en Arkansas. Dibuja en la película la necesidad humana de certidumbres, la pelea por encontrar un pretexto y cerrar el círculo, aún a sabiendas de hacerlo en falso. Curioso tratamiento del dolor por parte de Egoyan, en una película que quizás se acerque en demasía en ciertos momentos al esquema de los telefilms de sobremesa y no profundice en un caso del que podría haberse dicho más.

La otra película del día, "For those who can no tell tales", es igualmente incomoda y terrible. Basada en otra historia real presenta, de forma un tanto lenta y un tanto superficial, la historia de una turista australiana que llega a obsesionarse, tras llegar por casualidad a Bosnia, con la impunidad y el olvido a su parecer cómplice con el que se han cerrado en falso las heridas abiertas por las atrocidades cometidas durante la guerra de los Balcanes.