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cultura

Referéndum en Escocia

Zendoia: 'El apego al gaélico es casi nulo en Escocia'

Idoia Alberdi | EITB.EUS

El profesor de la UPV José  María Zendoia ha analizado la influencia del gaélico en la economía escocesa . Destaca que hacen falta estructuras impulsadas por el gobierno para garantizar el futuro del idioma.

  • J.M. Zendoia, profesor de la UPV, durante la presentación de su estudio sobre el gaélico en Esocia.

    J.M. Zendoia, profesor de la UPV, durante la presentación de su estudio sobre el gaélico en Esocia.

Bajo el título 'Lenguas minoritarias y economía: el gaélico', el profesor de la UPV José María Zendoia presentó en 2011 un estudio sobre la influencia del gaélico en la economía escocesa. Experto en economía aplicada, Zendoia elaboró el estudio el marco de un acuerdo de colaboración entre el Gobierno Vasco y la Universidad de Glasgow.  El profesor opina que hacen falta estructuras que garanticen el futuro de un idioma que es hablado por sólo el 1 % de la población escocesa. En la actualidad el gaélico es hablado por unas 60.000 personas de un total de 5,1 millones de habitantes.

¿Cuál es el espacio que ocupa actualmente el gaélico en la sociedad escocesa?

Según el último censo (2011), la situación del gaélico en Escocia, en cuanto a número de hablantes, es muy preocupante. Para la gran mayoría de los escoceses el gaélico no existe, no tiene ningún tipo de presencia en su día a día.

La mayor parte de los hablantes de gaélico se concentran en la periferia de Escocia, en la zona de Highlands y en el archipiélago Hebridas. En la ciudad de Glasgow y en Edinburgo también hay un conjunto de hablantes de 5.000 y 2.000 personas, respectivamente, una comunidad diminuta teniendo en cuenta el número de habitantes.

El gaélico es casi invisible en la calle: el paisaje lingüístico de Escocia es completamente inglés, es casi imposible encontrar carteles escritos en gaélico. Es más, diría que la gran mayoría de los escoceses no sabe ni cómo se dice Escocia en gaélico (Alba)

El debate independentista se ha centrado, en gran medida, en el modelo socio-económico del país. ¿Qué lugar ocupan en ese debate factores como la identidad?

La historia de Escocia es muy complicada y es un país donde existen muchas identidades. En ciudades como Glasgow, por ejemplo, la diversidad identitaria es parecida a la de Ulster. De todo modos, existe una identidad escocesa, una identidad que comparten las diferentes comunidades de forman el conjunto de la población escocesa.

El apego al gaélico en Escocia apenas existe, en un sentimiento casi nulo. Por ejemplo, en la página web de  Scottish National Party (SNP) el gaélico no existe. La última anotación en gaélico corresponde al 2011, año en el que Parlamento escocés aprobó un segundo plan lingüístico.

El idioma, la territorialidad y la economía. ¿Cómo se fusionan esos tres factores en el debate político del país?

Como ya hemos mencionado anteriormente el gaélico es hablado, sobre todo, en las zonas periféricas del país, y, además, esas zonas se encuentran muy alejadas unas de otras. Son zonas que se dedican, en gran medida, al primer sector. Los jóvenes se van a las ciudades en busca de trabajo, por lo que, todos esos factores no facilitan el uso del idioma.

Existen varias estructuras fuertes que cohesionan las comunidades gaélico parlantes; son la Radio nan Gaidheal de la BBC y  el canal de televisión Alba también de la BBC.

Una de las conclusiones de mi estudio sobre el gaélico fue que la calidad de vida de los gaélico parlantes de la ciudad está por encima la media de la ciudad. Aunque no se haya analizado esa situación, mi principal hipótesis es que en Glasgow y en Edinburgo el conocer el gaélico se considera un plus a la hora de encontrar trabajo tanto en el ámbito de la educación como en los medios de comunicación. Pero también es cierto que los gaélico parlantes de la zona de Highlands y del archipiélago se encuentran en una situación marginal tras la llegada de inmigrantes ingleses.

En el actual panorama socio-económico de Escocia, ¿cuáles serían los mínimos que se deberían de acordar para garantizar la transmisión y el futuro del gaélico?

La situación del gaélico es muy débil y el futuro es negro. Uno de los primeros pasos que debería dar el gobierno para garantizar el futuro del idioma sería integrar el gaélico en el sistema educativo escocés, se deberían establecer modelos de inmersión en las zonas donde más se habla el gaélico para reforzar y mantener el uso de idioma.

También se tendrían que adoptar medidas para proporcionar más prestigio al gaélico; políticos y agentes de la sociedad escocesa deberían ser un modelo a seguir. Tanto en el Parlamento escocés como en instituciones dependientes del gobierno la presencia del gaélico es prácticamente nula: ahí es donde tienen que aunar esfuerzos y trabajar para garantizar el futuro de su idioma.

Desde que en 1998 Escocia recuperara parte de su autonomía y se conformara el Parlamente Escocés, ¿qué pasos se han dado hacia la normalización del gaélico?

En 2011 se aprobó el segundo plan para impulsar el gaélico (el primero se aprobó en 2005). Desde entonces no he estado en Escocia, pero percibo que no se están desarrollando las medidas adoptadas en el plan.

Bord na Gaidhlig es la institución para impulsar el gaélico. Es un organismo totalmente autónomo, no depende de la administración pública, pero el Gobierno de Escocia asigna a esta organización las principales labores para el desarrollo de las políticas lingüísticas. De esta forma, Bord na Gaidhlig coordina y canaliza diferentes programas, así como, el plan para integrar el gaélico en el sistema educativo, la publicación de material educativo y cultural en gaélico ...

¿Cuáles son los principales organismos y estructuras existentes para la transmisión del gaélico?

En las zonas gaélico parlantes la figura de la familia como pieza clave para la transmisión está desapareciendo en esta última década. El modelo educativo actual tampoco garantiza la transmisión.  Podríamos decir que  los medios de comunicación son los únicos instrumentos que en la actualidad impulsan el gaélico.

Al margen del resultado del referéndum, el ejercicio de preguntar a los escoceses su opinión sobre su futuro no ha sido entendido con una fractura social

No voy a decir que la democracia del Reino Unido es una democracia perfecta, no olvidemos que es una sociedad muy clasista. Pero  es una democracia que no se puede comparar con la española. El ‘estilo’ del Gobierno español sería impensable en el Reino Unido.