Durangoko Azoka
“Kikarakada”
Tazas rebosantes de solidaridad
Natxo Velez | eitb.eus
“Kikarakada”, proyecto ideado por el fotógrafo Galder Izagirre, aúna solidaridad, cocina y arte con la colaboración de la ONG Zaporeak y la revista "Gaztezulo".
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Oraitz García, Galder Izagirre y Gaizka Izagirre, creadores de "Kikarakada"
Euskaraz irakurri: Kikara bete elkartasun
Crear puentes de chocolate entre Euskal Herria y la isla griega de Lesbos: ese es el objetivo de “Kikarakada”, proyecto artístico y solidario presentado hoy, día de inicio de la Feria de Durango, en Landako por el fotógrafo y músico Galder Izagirre (estudio Diapositivsme), Oraitz García (asociación Zaporeak) y Gaizka Izagirre (revista “Gaztezulo”).
A los niños y niñas refugiados en la isla de Lesbos (Grecia) les es tristemente familiar, como pueden comprobar cada día in situ los miembros de la asociación vasca Zaporeak (trabaja sobre el terreno, para garantizar al menos una comida digna al día a los refugiados), el naranja fluorescente de los chalecos de salvamento marítimo, y es precisamente ese color el elegido por los responsables de “Kikarakada” para sus tazas, convertidas en símbolo de este trabajo que combina con una muy cuidada presentación recetas para cocinar chocolate, espectaculares fotos tomadas en Lesbos y textos de importantes creadores vascos, escritos para la ocasión.
Tal y como ha explicado Galder Izagirre, el chocolate es “el alimento universal de la felicidad”, y, en vista de que en los niños y niñas vascos surtía un efecto que los hacía abstraerse y gozar de una taza de dicha bebida, decidieron intentar llevar esa sensación a Lesbos, a niños verdaderamente necesitados de ella, para los que organizaron una chocolatada en el campamento.
“Kikarakada”, que se puede comprar en el mostrador de la publicación Gaztezulo en la Azoka (libro, 29 euros; libro y taza, 35 euros; y taza, diez euros), muestra ahora en imágenes esa experiencia, junto a textos (poemas, canciones, cuentos…) creados ex profeso por creadores vascos (Fermin Muguruza, Harkaitz Cano, Ane Irazabal…) y recetas de chocolate ideadas por grandes cocineros (Arzak, Aduriz, Subijana…).
Todo el dinero obtenido (se puede colaborar comprando el libro y la taza o realizando una donación) será entregado a dos ONG que trabajan en los hacinados campamentos para llevar a cabo proyectos educacionales con los niños que, pese a todo, dibujan sonrisas de chocolate.
