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Literatura

''Moby Dick''

Juan Garzia: "Para traducir, hay que ser a la vez la persona más orgullosa y más humilde del mundo"

Natxo Velez | EITB Media

El escritor y traductor ha legado al euskera la monumental novela "Moby Dick". Para ello, ha sido, durante cinco años de trabajo, "tan orgulloso como para ser Melville en euskera" y "tan humilde como para trabajar por completo al servicio del texto".

  • Juan Garzia Garmendia. Foto cedida por el traductor.

    Juan Garzia Garmendia. Foto cedida por el traductor.

Euskaraz irakurri: Juan Garzia: "Itzultzeko, munduko pertsonarik harroena eta umilena izan beharra dago aldi berean"

"Una obstinada y funesta persecución tras un gran cachalote blanco": el traductor Juan Garzia Garmendia (Legazpi, 1955) resume el tema de las 577 densas páginas de la novela Moby Dick en esas diez palabras, dentro del inestimable, profuso e ilustrativo prólogo recogido en la versión en euskera (editorial Balea Zuria, claro, 2023) del clásico publicado por Herman Melville en 1851.  

Pero más allá de eso, es bien conocido que, partiendo de ese aparentemente sencillo argumento, la travesía del ballenero Pequod ha alumbrado un sinfín de interpretaciones alrededor de la contumaz búsqueda de Moby Dick por parte del capitán Ahab y el resto de la tripulación, tal y como corresponde a las obras artísticas valiosas.

Se ha dicho sobre Moby Dick, entre otras muchas cosas, que se trata de "la mejor novela de la historia norteamericana" (Enrique Lago), que no existe ningún lector "capaz de recoger en su totalidad la visión del mundo de Melville" (Anjel Lertxundi), que es tarea imposible "tratar de atrapar hasta el último elemento la riqueza de sus recursos y efectos" (Cesare Pavese), que es "una novela infinita" (Jorge Luis Borges y Edorta Jimenez) e incluso, como muestra de la profundidad de los caminos que abre, que se trata de "la historia de un emprendedor enloquecido en un proyecto de explotación extractiva que arrastra a una plantilla de trabajadores precarios" (César Rendueles).

Afortunadamente, por fin ha llegado la hora de que las lectoras y los lectores en euskera puedan completar su Moby Dick, gracias al cautivador y certero resultado del trabajo de Juan Garzia en la traducción de la novela. Esperemos que el lector no rehúse la ardua pero provechosa experiencia lectora con el argumento de "Preferiría no hacerlo" de aquel Bartleby, el escribiente, novela creada también por Melville y traducida al euskera también por Garzia. Se arrepentiría.

Hemos hablado con Garzia.

¿Habías leído antes Moby Dick? ¿En qué han cambiado las sucesivas lecturas y la labor de traducción tu punto de vista y tu relación con el libro?

Había leído algunos fragmentos aquí y allá, en inglés y en castellano. Por otra parte, mi estreno en la traducción literaria al euskera fue con otra obra maestra de Melville: Bartleby. Se trata de dos libros con una escritura muy diferente; Moby Dick es mucho más sofisticado.

En una primera lectura, la atención se centra en el hilo de la narración. Por el contrario, al traducirlo, tropiezas palabra a palabra con muchísimos detalles, y salta más a la vista la excelencia a todos los niveles de un libro pleno de simbolismo, en el que el convergen con gran coherencia el estilo con el tema y el escenario con los personajes y la historia.

Juan Garzia Garmendia. Itzultzaileak lagatako irudia,

Juan Garzia Garmendia. Fotografía cedida por el traductor.

¿Cuánto tiempo te ha llevado la traducción? ¿Cuáles han sido los mayores sufrimientos y alegrías en esta labor?

Han sido unos cinco años para terminar la primera versión de la traducción. Esa fase es una gozada para los viciosos como yo.

Es después cuando llega la penitencia, con el proceso de corrección. Revisar y recomponer, y volver a repasar las mejoras en un proceso, por supuesto, infinito. Hasta que llegas a un punto en el que te tienes que rendir, con mucho apuro, ante el peligro de comenzar a emborronar el texto en lugar de mejorarlo. 

"Call me Ishmael". La novela de Melville comienza con esta mítica frase, que se ha convertido en uno de los inicios más conocidos de la literatura universal. ¿Cuántas vueltas le has dado al inicio, habida cuenta de que existe más de una interpretación de la frase, y por qué, finalmente, "Esadazue Ismael"?

Ya he manifestado en algún otro foro que no me ha parecido que la frasecilla presente una especial complicación técnica para ser traducida. Se trata más de cómo la interpretan el lector o la lectora (¿es un nombre real?, ¿a quién se dirige esa voz?...).

En las versiones en español sí que existe un gran embrollo en torno a ello; en euskera, solo dos cuestiones: por un lado, identificar como singular o plural al receptor o la receptora de la frase ("deitu ni(ri) Ismael" sería su correspondiente más literal, pero no parece la forma más natural de decirlo). La otra decisión es más personal: utilizar el verbo esan (en esta frase y en el resto del texto) para sortear la cuestión dialectal que abre el verbo deitu entre ni o niri.

'Moby Dick'

'Moby Dick'

¿Qué material has utilizado para traducir Moby Dick? ¿Cuánto ayuda la bibliografía en esa labor y cuándo y para qué se recurre a traducciones a otras lenguas?

En realidad, la ventaja de estas obras de arte globales es que ya han sido objeto de colosales análisis desde diferentes puntos de vista, tanto en lo relativo a la cantidad como a la profundidad de los mismos. Y en un nivel más común, que existen fuentes donde aclarar los detalles léxicos y referencias culturales del texto.  

Además, hoy en día tenemos mucha de esa información a un solo clic de distancia. Las versiones en otras lenguas te ofrecen otro tipo de asistencia, como por ejemplo la posibilidad de usarlas a modo de acicate para la imaginación en algún pasaje concreto (pero sin deslizarte a ellas del todo).

En algunas ocasiones, he recurrido a traducción al francés, y más frecuentemente a un par de traducciones al español (¡hasta hoy, se han publicado 18 Moby Dick diferentes en español!).

Shakespeare resuena en Moby Dick, según han subrayado muchos y muchas analistas, y tú también mencionas en el prólogo que Melville se introdujo profundamente en la lectura de Shakespeare. Desde la perspectiva que te ofrece haber trabajado también la obra de Shakespeare, ¿qué líneas unen a Melville con Shakespeare?

Sabemos que Melville leyó la obra de Shakespeare desde dos años antes de acometer la escritura de Moby Dick. Parece que esto le ayudó a dar forma al material de trabajo sobre las ballenas que tenía acumulado, le sirvió para usarlo como materia prima en la construcción de la historia.

Formalmente, existen algunos pasajes presentados en un formato eminentemente teatral; pero creo que el principal rasgo de Shakespeare se manifiesta en la construcción de los personajes y, sobre todo, en la figura del capitán Ahab (heroico en su fatalidad).

Y, por supuesto, en el tema principal de la novela, la monomanía de Ahab, también hay un regusto shakespeariano: matar (a la ballena) o morir (yo), esa es la cuestión. 

¿Qué crees que le otorga otra dimensión a este libro? ¿A qué crees que se debe su estatus de clásico y la categoría, para muchos, de la gran novela americana?

¡Uf! Se han escrito enormes libros completos sobre estas dos cuestiones.

Por un lado, el libro está escrito y ambientado en la época en la que EE. UU. se encaminaba a ser la mayor potencia mundial, y resulta sencillo identificar el viaje de los balleneros como un reflejo o un símbolo de la sociedad que estaba brotando, de su fortaleza industrial y la estructura social sobre la que esta se apoyaba: una harapienta clase trabajadora llegada de todos los lugares del mundo e integrada por personas de todas las razas, bajo una rígida jerarquía (y un loco de remate conduciendo a ciegas esa masa alienada: nos suena la situación, ¿verdad?).

La dimensión de clásico, por su parte, (siendo EE. UU., en cierto modo, reflejo del mundo entero) le ha sido otorgada por lectores y lectoras de todo el mundo, a pesar de que, como es sabido, su éxito no fue inmediato.

Juan Garzia Garmendia. Itzultzaileak lagatako argazkia.

Juan Garzia Garmendia. Fotografía cedida por el traductor..

¿Qué tienen que hacer el traductor o la traductora para pasar desapercibidos en el texto? ¿Qué ha de hacer y qué ha de evitar, para no transformar el valioso material con el que trabaja?

Por un lado, ser la persona más orgullosa del mundo: yo voy a ser Melville en euskera. Y por otro, la más humilde: trabajo por completo al servicio del texto.

Es tan fácil de decir como difícil de realizar, pero ya he dicho antes que a algunos nos va la vida en el vicio de la literatura (y del euskera).

¿Para quién está escrita la versión en euskera de Moby Dick?

Para gente apasionada por leer literatura en euskera.

¿Qué le dirías a quien esté a punto de embarcarse en la aventura de leer Moby Dick?

¡Que los vientos te sean favorables!

¿Estás trabajando en alguna nueva traducción? ¿Qué deudas con la literatura universal apremian más al euskera hoy en día, desde tu punto de vista?

Adaptando la famosa cita de Axular: no tiene culpa la literatura traducida al euskera, sino el limitado lector vasco. Creo que en este punto es más urgente ir fortaleciendo la lectura que ampliar la oferta.

De todas formas, en caso en que quisieras una breve lista, quizás fuera mejor que me preguntaras qué es lo que no quiero ver traducido al euskera… Yo mismo he comenzado con las correcciones de un ejemplar que vendrá a completar mi serie de traducciones de Shakespeare. Pero esa es otra historia.