Jesús Torquemada
Análisis
Israel: luego vendrán las lamentaciones
Jesús Torquemada
Si el vencedor de las elecciones, Benjamin Netanyahu, consigue formar Gobierno, es muy probable que ese Gobierno empeore el problema palestino.
Cuando Israel se meta en la próxima guerra en Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria o Irán, muchos de los que ayer votaron en Israel dirán eso de 'yo no he sido, yo no quería'. Sin embargo, el resultado de las elecciones hace casi seguro que en los próximos meses Israel se vea metido en un conflicto en alguno de esos sitios. Si el vencedor de las elecciones, Benjamin Netanyahu, consigue formar Gobierno, es muy probable que ese Gobierno empeore el problema palestino y, además, tenga conflictos con los países vecinos e incluso con Irán. Netanyahu está muy lejos de la mayoría absoluta. Tendrá que aliarse con tres o cuatro partidos que son incluso más radicales que él en temas como la colonización de los territorios ocupados o el enfrentamiento con Irán.
En teoría, la Unión Sionista, de centroizquierda, podría intentar una coalición con los partidos centristas. Pero tendría que incluir también a la Lista Unida de los árabes israelíes, que ha quedado tercera. Esto sería revolucionario, porque hasta ahora los partidos árabes israelíes no han participado en ninguna coalición. Y ni siquiera así esa coalición alcanzaría la mayoría absoluta de 61 escaños.
Con tantos partidos en la Knesset (Parlamento) son posibles muchas combinaciones, pero el que tiene el saque es Netanyahu.
