Internacional
Conflicto
China llama al embajador de EEUU por la reunión Obama-Dalai Lama
Redacción
El Gobierno asiático pretende transmitirle una protesta solemne por el encuentro celebrado en momentos de tensión en la relación entre China y EE.UU.
El Gobierno de China ha pedido hoy la comparecencia del embajador estadounidense en el país asiático, Jon Huntsman, para transmitirle una protesta solemne por la reunión entre el presidente de EE. UU., Barack Obama, y el Dalai Lama, líder político y religioso tibetano, ha informado hoy la agencia Xinhua.
La reunión ha sido convocada por el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Cui Tiankai, quien será el encargado de presentar a Huntsman su protesta por un encuentro celebrado en momentos de tensión en la relación entre China y Estados Unidos.
La reunión
La reunión de Obama y el Dalai Lama, pese a haberse celebrado con relativa discreción en la Casa Blanca y a no ser ni mucho menos la primera del líder tibetano con un mandatario estadounidense, fue recibida con furia por el Gobierno chino que recordó hoy que mostró repetidamente su oposición.
Antes de presentar oficialmente la protesta a la Administración estadounidense, el Gobierno chino aseguró en un comunicado que Washington ha "violado gravemente" los principios que rigen las relaciones internacionales y actuó contra los comunicados conjuntos firmados por China y EE. UU. para establecer los lazos bilaterales.
China exige a EE. UU. que reconozca a zonas como Tíbet o la isla de Taiwán como parte inalienable del país asiático y no apoye en ningún caso a las fuerzas "separatistas".
"EE. UU. debe dejar de interferir en los asuntos internos de China y adoptar medidas concretas para mantener el crecimiento sano y continuado de las relaciones" entre Washington y Pekín, destacó en el comunicado el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Ma Zhaoxu.
Tensión
La recepción del Dalai Lama por parte de Obama añade más tensión en un difícil momento de relaciones entre las dos potencias, después de que en enero una de las principales empresas estadounidenses (Google) amenazara con retirarse del mercado chino, y Washington aprobara una polémica venta de armamento a Taiwán.