Sortu opina que la recuperación económica 'es una auténtica farsa'

El dirigente de Sortu Joseba Permach ha asegurado este martes que "la tesis de la recuperación económica" es "una auténtica mentira, una farsa", ya que los datos demuestran que, aunque se crea empleo, éste es de mala calidad y cerca de 300.000 personas viven bajo el umbral de la pobreza en Euskadi y Navarra.

Permach y la responsable del área socioeconómica de Sortu, Jone Etxeberria, han presentado hoy el segundo número de la revista "Otra mirada económica y social a Euskal Herria", un diagnóstico semestral que la formación abertzale publica con el objetivo de analizar los datos de la evolución económica "con otra mirada diferente".

El análisis de Sortu pone en evidencia que en el País Vasco y Navarra hay 219.000 personas en paro, el 16 % de la población y apunta a que en el último semestre ha aumentado el número de personas paradas de larga duración. También son 6.000 personas más las que se encuentran en situación de desempleo y no reciben ninguna prestación, hasta alcanzar las 124.000.

Permach ha alertado de la situación de "subempleo a tiempo parcial", que se refiere a las personas que disponen de un empleo parcial pero siguen buscando otro trabajo. En el conjunto de España este "subempleo" se sitúa en el 9,1 % mientras que en la Comunidad Autónoma Vasca la cifra alcanza el 11,4 % (100.000 personas). Sortu advierte también sobre la lentitud de la recuperación del empleo en la industria, como demuestra el dato de que "en el último año, por cada diez puestos de trabajo creados en el sector servicios, solamente se ha creado uno en el sector industrial".

En su análisis, la formación abertzale constata que en las últimas décadas el peso de las retribuciones salariales en el PIB ha descendido -del 57,06 % en 1980 al 47,52 en 2013-, mientras que el de los beneficios empresariales ha aumentado en la misma proporción.

En sus conclusiones, Sortu atribuye a la "opresión nacional" y a la "falta de soberanía" la situación socioeconómica vasca, ya que "las reformas laborales ordenadas por la troika, redactadas en Madrid, avaladas por los sindicatos españoles y aplicadas por la patronal de aquí han dejado a miles y miles de trabajadores vascos al borde del precipicio".