Economía -
Análisis
Desconfianza, otra vez
Los inversores internacionales no creen que Grecia pueda devolver lo prestado y tampoco creen que la Unión Europea vaya a asumir algún día esa deuda.
Pedro García Larragan
Desconfianza es la palabra. Los inversores internacionales, los que compran la deuda de los países a cambio de un interés, desconfían de Grecia: no creen que pueda devolver lo prestado.&' || 'nbsp; Y lo que es peor: tampoco creen que la Unión Europea vaya a asumir algún día esa deuda. Y es lo que están esperando. Un mensaje claro: que si Grecia no puede pagar lo que les debe, lo hará Europa.
Como ese mensaje no llega con esa nitidez y esa rotundidad, porque los países europeos, sobretodo Alemania, exhiben sus reticencias un día sí y otro también, castigan a Grecia: o no le compran deuda, y le dejan sin recursos, o le exigen un interés asfixiante. Es el llamado ‘riesgo país’ que, en situaciones extremas como la actual, aboca a ese país a la bancarrota.
Y no termina ahí la cosa. Luego está el efecto contagio. Los compradores de deuda se ceban ahora con Grecia, pero ya comienzan a mirar de reojo hacia países como España, en donde las bolsas caen a plomo.
Se hace urgente que la Unión Europea asuma ya una postura común, que pasa por garantizar en bloque la solvencia de sus países. Asumiendo su deuda, si fuera necesario. Y es necesario que ese mensaje se difunda ya. No se puede esperar al 10 de mayo