Economía -
Análisis
'Guerra de divisas', la amenaza de EE. UU. y Europa
Éste será uno de los temas principales que este fin de semana se van a tratar en Washington en dos cumbres; una del FMI y el Banco Mundial, la otra del G7.
Pedro García Larragan
La recuperación de Estados Unidos y Europa está seriamente amenazada por la ya conocida como ‘guerra de divisas’. La moneda china y el dólar, ambas con cotizaciones a la baja, comprometen el mecado mundial y en Europa podría afectar a la economía de su principal locomotora, Alemania.
Éste será uno de los temas principales que este fin de semana se van a tratar en Washington en dos cumbres paralelas: de una parte, el Fondo Monetario Internacional más el Banco Mundial; y de otra, el grupo del G7, los países más ricos del mundo.
Washington se convertirá este fin de semana en la capital financiera del mundo. Y en su agenda un asunto que está pasando hasta cierto punto desapercibido para la opinión pública en general; pero que tiene una gran trascendencia.
Desde hace ya varios años, China mantiene su moneda artificialmente barata. Eso favorece sus exportaciones. Inunda con sus productos los mercados europeos y norteamericano; y desplaza al resto, que no puede competir en precios.
Estados Unidos y Europa tratan de convencer a China para que revalúe su moneda, ...aunque sin éxito, entre otras cosas, porque al gigante asiático le importa entre ‘poco y nada’ cómo le vaya al resto. China participa del comercio mundial, ...pero sin respetar las reglas de juego, porque en su caso es el gobierno el que establece por decreto el tipo de cambio con el resto de las monedas. Y en los últimos años, Pekin mantiene adrede su moneda artificialmente baja.
Y no es ya sólo que el yuan chino o incluso el dólar se estén abaratando. Es que el euro y el yen japonés se están volviendo cada vez más caros. Japón ha pedido a China que ‘por favor’ deje de comprar deuda japonesa, porque eso encarece su moneda, y consecuentemente sus exportaciones, que lo son casi todo allí. En Europa la guerra de divisas puede comprometer el crecimiento de su economía líder, Alemania, que es como Japón, netamente exportadora.