El comercio vasco afronta sin optimismo el final del año

El presidente de las Cámaras de Comercio Vascas, Pedro Esnaola, ha afirmado que las expectativas del comercio minorista vasco "no son optimistas", ya que se ha dado una "desaceleración" de las ventas, de manera que el 32 % de las empresas de Euskadi prevé que éstas disminuyan para final de año. No obstante, se espera que los resultados mejoren "ligeramente" con respecto al mismo periodo de 2009.

En una rueda de prensa en San Sebastián, Esnaola, ha presentado la XII Semana del Comercio Vasco que bajo el lema ''Comercio, el escaparate de Euskadi'' analizará, desde el próximo lunes hasta el 30 de octubre, la importancia de los escaparates y puntos de venta en las tres capitales vascas.

El presidente de las Cámaras de Comercio Vascas ha explicado que las ventas "son cíclicas" y van ligadas al comportamiento del PIB que ha sufrido "una desaceleración", lo cual se ha visto reflejado en el consumo. Además, ha esperado que para 2011 las ventas experimenten un "crecimiento superior" al de este año.

Semana del Comercio Vasco

En cuanto a la XII Semana del Comercio Vasco; la primera jornada, el 26 de octubre en San Sebastián, se hablará sobre la ''Oportunidad para el espacio sostenible'' presentándose propuestas para lograr "una correcta" puesta en escena del comercio, ha explicado el presidente de las Cámaras de Comercio Vascas, Pedro Esnaola.

Un día después en Bilbao, bajo el lema ''Envuelve con sensaciones tu punto de venta'', se buscará ofrecer a los comercios novedades para el diseño de sus puntos de venta. El tercer encuentro, en Vitoria el día 28 de octubre, se centrará en el escaparate como cartel de entrada para el espectáculo bajo el lema ''Comercio, el escenario teatral''.

Escaparatismo

Estos proyectos de escaparatismo se realizarán el próximo lunes de forma simultánea en las tres capitales y permanecerán en los comercios correspondientes hasta el 2 de noviembre. Esnaola, ha destacado que el sector comercial no es ajeno a los cambios que están experimentando los consumidores, en especial, tras la "explosión de la conectividad" que ha conllevado nuevos métodos de compra.

A su juicio, este hecho ha provocado que los consumidores se "atrincheren" y ello obliga a trabajar las tiendas "como un contenedor de experiencias que ofrezcan un valor añadido" que las haga más atractivas. "Ese plus de vivencias y emociones se convierte en fidelidad de los clientes", ha indicado.