Economía -
A mediados de 2011
Lanbide se hará con la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos
El Gobierno Vasco ha aprobado hoy el proyecto de Ley que modifica la norma para la Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social.
Redacción
Lanbide se hará, a mediados del próximo año, con la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos. De esta manera, los preceptores dejarán de acudir a los servicios sociales de base de los ayuntamientos. Además, el cobro de la prestación quedará vinculado a la activación laboral y se suspenderá la ayuda si la persona no acepta una oferta laboral o formativa.
El Gobierno Vasco ha aprobado hoy el proyecto de Ley que modifica la norma para la Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social.
Según ha informado el Ejecutivo vasco un un comunicado, se trata de un proyecto que "perfecciona el Sistema Vasco de Garantía de Ingresos", trasladando las prestaciones de Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y PCV a Lanbide, para relacionar expresamente la percepción de las prestaciones económicas de derecho con la activación para el empleo.
Así, Lanbide tramitará de manera integral los expedientes, desde la recepción de la solicitud de la ciudadanía, hasta la resolución y el pago directo a la persona solicitante.
De esta manera, la ciudadanía ya no deberá dirigirse a los servicios sociales de base de su municipio o barrio de residencia, sino que la oficina del Servicio Vasco de Empleo-Lanbide, será la puerta de entrada a este sistema de prestaciones y a la activación laboral. El Departamento confía en ejercer esta función a partir de mediados de año.
Desde el mismo momento de la solicitud, se fijarán las citas oportunas con el personal de orientación laboral de Lanbide para todas las personas de la unidad familiar perceptora que se encuentren en edad laboral. Se les realizará una evaluación de empleabilidad y se les propondrán acciones concretas, incluidas en el catálogo de políticas activas de Lanbide.
La nueva ubicación de estas políticas permitirá "aliviar la gran carga de trabajo que soportan los servicios sociales, de forma que éstos y sus profesionales puedan dedicar todos sus esfuerzos a las tareas que les son propias profesional y legalmente, más relacionadas con el impulso del trabajo relacional y comunitario y de fomento de la autonomía de las personas, en muchas ocasiones interferido por la ingente tarea administrativa del trámite de estas prestaciones".