Momento decisivo en la historia de la Unión Europea

Estamos llegando a un punto decisivo en la historia de la Unión Europea. La crisis de la deuda se ha llevado por delante a Grecia, Irlanda y Portugal, y está a punto de hacer caer a España e Italia. La solución de ir tapando agujeros ya no sirve. O se adopta la decisión de dar un salto adelante en la constitución de un gobierno económico europeo, o se deja morir al euro.

Lo que parecía impensable hace unos años empieza a ser hoy probable: que varios de los países que están en el euro tengan que salirse. La alternativa es emitir deuda europea, es decir, respaldada por toda la Eurozona en su conjunto. Ahora cada país del euro emite su propia deuda y el resultado es que, aunque todos ellos tienen la misma moneda, la tasa de interés que pagan para financiarse es muy diferente. Si Grecia quiere colocar deuda con un plazo de diez años, tiene que pagar casi un 17%; si son Irlanda y Portugal, casi un 13%; España ha superado ya el 6% e Italia se acerca a esa barrera. Mientras tanto, a Alemania los mercados solo le exigen el 3%.

Esta situación es insostenible, es imposible que esos países compartan la misma moneda durante mucho tiempo. Sin embargo, para emitir eurobonos respaldados por toda la Eurozona, los países a los que les va bien con su deuda, como Alemania o Francia, tendrían que correr el riesgo de que los que van mal les contagien.

Para eso haría falta un liderazgo político fuerte y con una visión europea a largo plazo que explicase a sus ciudadanos por qué hay que hacer ese esfuerzo de solidaridad. Y ahora ni existe ese liderazgo europeo ni parecen existir tampoco los presuntos ciudadanos solidarios, si tenemos en cuenta los resultados de las últimas elecciones celebradas en Europa en los que la extrema derecha ha subido por todas partes.