Economía -
Cierran en rojo
Las bolsas mundiales se hunden decepcionadas por la FED
El Ibex 35 se ha anotado su cuarta mayor caída del año, el 4,62 %, y ha perdido el nivel de los 8.000 puntos. Los números rojos se han impuesto desde primera hora del día en todas las plazas europeas.
Redacción
La decepción por la falta de medidas de la Reserva Federal para hacer frente a los retos de la economía estadounidense ha hundido las bolsas mundiales, entre ellas las española, que se ha anotado hoy su cuarta mayor caída del año, el 4,62 %, y ha perdido el nivel de los 8.000 puntos.
El principal índice del mercado español, el IBEX 35, ha terminado la jornada en 7.830,80 puntos tras haber llegado a caer el 5,31 % en algunos momentos de la jornada.
Los números rojos se han impuesto desde primera hora del día en todas las plazas europeas, que poco antes del cierre se anotaban descensos similares a los del mercado español.
Los valores más perjudicados han sido los más dependientes del consumo, como la siderúrgica ArcelorMittal, que se ha desplomado el 8,89%, y los vinculados al negocio financiero, con BBVA y Santander a la cabeza al anotarse un retroceso del 5,46 % y del 5 %, respectivamente.
Asia
Los números rojos se impusieron esta madrugada en Asia y se han trasladado desde primera hora de la mañana a todas las plazas europeas, que al cierre han estado lideradas por París, con una bajada del 5,25 %, seguida de Fráncfort, con el 4,96 %; de Londres, con el 4,67 % y de Milán, con el 4,52 %.
El detonante de las caídas fue el plan de estímulo económico anunciado ayer por la Reserva Federal estadounidense, que decepcionó teniendo en cuenta la existencia de "riesgos significativos" para las perspectivas económicas del país norteamericano.
De hecho, los inversores han interpretado el plan como una señal de que el emisor se está quedando sin recursos para sus estímulos monetarios.
Tampoco han ayudado algunos datos macroeconómicos conocidos durante la jornada, como el indicador de actividad de la industria china, que mostró en septiembre una preocupante desaceleración.
Todo ello ha dado la puntilla a los inversores, cansados de la falta de actuación tanto en Europa como en Estados Unidos y alertados cada vez más por datos que muestran la recesión global como algo inevitable.