Economía -

Crisis del euro

Sarkozy y Merkel inician en París una semana clave para la zona euro

La reforma de los tratados que ambicionan Francia y Alemania, que buscan también una unión en materia fiscal, se propondría a los veintisiete Estados miembros de la UE.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Foto: eitb
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Foto: eitb
Semana decisiva para el futuro del euro y la salida de la crisis

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Redacción

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibirá hoy en París a la canciller alemana, Angela Merkel, para coordinar su estrategia de cara al Consejo Europeo, que se celebrará en Bruselas los próximos jueves y viernes con el objetivo de hallar una verdadera salida de la crisis que atraviesa la zona euro.

El almuerzo de trabajo que compartirán Sarkozy y Merkel se produce después de que ambos pronunciaran la semana pasada sendos discursos en sus respectivos países, en los que avanzaron su intención de modificar los tratados de la Unión Europea (UE).

De la cita entre los mandatarios del eje franco-alemán que muchos medios de comunicación sintetizan como "Merkozy", fundiendo los apellidos de ambos, se espera que salgan "proposiciones" para "garantizar el futuro de la zona euro", según palabras del presidente francés.

El pasado jueves, en su discurso en Tolón, en el sur de Francia, Sarkozy aseguró que "Europa no es una elección, sino una necesidad" y abogó por una "refundación" de la UE.

Un día más tarde y ante el Bundestag, la cámara alta del Parlamento alemán, Merkel insistió en la conveniencia de modificar los tratados europeos para dejar atrás la crisis de deuda y volvió a rechazar medidas como la emisión de eurobonos o una mayor acción del Banco Central Europeo (BCE) para adquirir deuda de los países en dificultades, como le reclama Francia.

La reforma de los tratados que ambicionan Francia y Alemania, que buscan también una unión en materia fiscal, se propondría a los veintisiete Estados miembros de la UE.

En caso de rechazo, se buscaría el acuerdo de los diecisiete países que conforman la eurozona, una modificación equivalente pero jurídicamente mucho más sencilla y que sortearía el obstáculo de países escépticos, como el Reino Unido. Y es que el primer ministro británico, David Cameron, ha mostrado su disconformidad con la reforma de los tratados. Tras reunirse el viernes pasado con Sarkozy en París hizo saber que no cree que esa reforma sea necesaria.

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