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Entrevista de eitb.com
Mikel Urmeneta: "De viaje, en el avión, siempre bebo kalimotxo"
Desde NY simultanea su cargo en Kukuxumusu -"una especie de director creactivo + irresponsable de ideas"- con mil proyectos más: una serie de animación, un libro de Kukuxumusu, una peli de ficción...
Bea Sever
Con lo inconstante que dices ser, llevas ya unos añitos en Nueva York...Sí, porque Nueva York cambia constantemente y también la gente que viene aquí es por breve tiempo; así que cada día es empezar de nuevo, hacer nuevos amigos, conocer nuevos proyectos... Cada día es otra ciudad. Por eso aguanto.
Llegaste sin saber inglés, ¿has aprendido algo?Sé el mismo inglés que cuando llegue: primario. Primate, más bien. Me excuso diciendo que mientras no aprendo inglés, hago otras cosas más interesantes. Creo que en breve le voy a dar prioridad.
He estado repasando entrevistas tuyas y he encontrado tres de tus grandes amores (aparte de dibujar y hacer fotos): Kukuxumusu, Nueva York y Buenafuente... ¿me dejo alguno?Te dejas muchos amantes. De lo que realmente estoy enamorado es de no estar enamorado de nada ni de nadie. Me gusta apasionarme, pero no enamorarme. Y mucho menos enrutinarme. Disfruto con todo, incluso estoy aprendiendo a disfrutar de lo malo.
No eres ambicioso, aún así, todo lo que tocas lo conviertes en oro. ¿Cuál es la receta?Eso no es verdad. Las cosas en las que me meto o las ideas que tengo funcionan como proyecto, pero hay que convertirlas en proyectos rentables, y ese no es mi trabajo. De hecho Kukuxumusu es más marca que negocio, porque así lo hemos querido. En otras manos en muy poco tiempo sería un megaempresón.
Tienes ese toque extravagante de los genios, pero te falta el aura depresiva.No aguanto la melancolía, ¡o sea qué como para tener una depresión! Mi cerebro es ansioso con residuos hipocondríacos de mi adolescencia, que ya solo son coletillas quejicas. Si estás vivo es para vivir. Para intentar ser feliz.
¿Eres la prueba viviente de que el artista no se hace, sino que nace?Yo me considero un robot con suerte. Todo lo que hago tiene una importancia relativa para mí porque hago lo que mis capacidades me permiten hacer (como todos), aunque nunca sabré qué porcentaje de mí estoy aprovechando (nadie lo sabe). Aun así, me gusto como robot e intento disfrutar a tope la casualidad de estar aquí. La gente no tiene mérito de hacer lo que hace, sólo hace lo que puede. Picasso no podría haber sido Einstein, y viceversa.
Tu aita fue militar y político. ¿Hasta donde llega su influencia?Mi padre era un gran tipo, que creció entre dos guerras y tuvo que tomar unas decisiones muy complicadas para ayudar a su familia y amigos. Yo he vivido una época fácil, y crecí siendo un vago hijoputa. Mi padre siempre estuvo apoyándome y siempre le he querido mucho. Estoy seguro que el robot del que hablaba antes, aprovechó más sus capacidades gracias a su influencia.
Te acercas a los 50 y sigues pareciendo un treintañero, ¿será porque comes con Coca Cola?Aunque físicamente parezco una abuela calva, realmente me encuentro mucho más a gusto entre gente de 25 que entre gente de mi edad. Lo que no quiere decir que no tenga grandísimos amigos de 50, 60, 70... años. Pero en general, la gente que estabiliza su vida, se casa, tiene una familia... me parece un puto coñazo. No entiendo su lenguaje. Bueno, lo comprendo, pero me da pereza y en algunos casos cierta repulsión.
¿De verdad bebes kalimotxo o es una pose?Me encanta el kalimotxo y el rebujito, la michelada y el tinto de verano. Bebidas muy frías, con algo de gas y poco alcohol. De viaje, en el avión, siempre bebo kalimotxo. No es una pose.
Siendo un personaje conocido ¿puedes permitirte el lujo de agarrarte una tremenda en Sanfermin?Claro. En Sanfermin y en cualquier otro sitio. Y también puedo salir en una foto follando, empalmao, con un porro o una raya. Cuando uno no puede mostrarse al mundo como le apetece, ya puede ser conocido que en realidad se ha convertido en un esclavo. Vivimos en un mundo mojigato, hipócrita y moralista que, o te lo tomas a risa, o te bebes dos güisquis con tres frascos de tranquimazin y te das un viaje por el inframundo.
¿Qué papel tienes ahora mismo en Kukuxumusu?Una especie de director creactivo + irresponsable de ideas y relaciones publicas.
¿Se ha perdido la parte euskaldun que caracterizaba en sus comienzos a la marca?¡Nunca! Lo que pasa que al crecer, la gente se topa habitualmente con el lado más universal de Kukuxumusu. Nunca se nos olvida de donde venimos y nos sigue ilusionando igual que hace 20 años currarnos las colecciones de Euskal Herria a tope, realizar nuestros catálogos, webs, publicidad, etc. en euskara, colaborar en proyectos que potencien nuestra cultura, etc. Quien nos conoce, ya sabe en que cosas nos gusta trabajar.
¿Necesitará Kukuxumusu un cambio radical en los dibujos para no llegar a la saturación? No. Parece que no hemos cambiado, pero la evolución de nuestros dibujos en estos años ha sido brutal, y siempre probamos nuevos caminos, nuevos estilos. Pero la idea principal es que nuestros dibujos, nuestros personajes, se conviertan en clásicos superando tendencias y modas.
¿Cuál es el encargo más insospechado que te han hecho?Tatuajes para lugares insospechados, customizar un helicóptero, hacer camisetas para Isla de Pascua, o realizar este año el cartel de las carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda o el de La Tomatina de Buñol.
¿En que estás trabajando ahora?En un piloto para una serie de animación, en un libro de Kukuxumusu, en una peli de ficción, en algunos proyectos artístico-periodísticos, en volver a las galerías, etc. Y en mil ideas de Kukuxumusu.