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Entrevista en eitb.com

Hermanos Ibarretxe: 'Rodando en Bilbao, parecíamos una comparsa'

Hablamos con Javier, productor del último trabajo dirigido por su hermano Esteban, con guión Esteban y su hermano Josemi y música de su hermano Santi. Un clan familiar que va más allá de las comedias.

Javier, Esteban y Jose Miguel Ibarretxe.
Javier, Esteban y Jose Miguel Ibarretxe.
Javier, Esteban y Jose Miguel Ibarretxe.

Bea Sever

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¿Habéis acabado el rodaje de Un mundo casi perfecto?Se terminó el primer día de las fiestas de Bilbao y ahora estamos en la fase de montaje y posproducción. Entramos ya a sonorizar para tenerla terminada para Nochebuena. Luego empieza la estrategia de la distribución, es que es un mundo tan azaroso el de la exhibición cinematográfica... Suena "viejuno", ¿no?. Ahora dirían "publicar en la web" o "meterlo en streaming".

¿Qué tal ha ido?Muy bien, y la película está quedando muy divertida. Fíjate que yo la he visto 500 veces y todavía me arranca una carcajada. No sé si la película será buena o mala, pero desde luego que te arranca unas carcajadas, y vivimos en unos tiempos en los que la carcajada está cara. Tú vas al mercado y dices: "Ponme libra y media de carcajadas", y dice la del puesto: "Uy, te vas a tener que pedir un crédito".

Habéis contado con Álex Angulo que es habitual en vuestras películas.Álex, además de buen amigo, lleva la comedia metida en las venas. Bueno, es un buen actor integral, hace comedia, drama, lo que sea, pero él disfruta haciendo comedia y hace de un inspector de la Ertzaintza que la verdad es que está graciosísimo. Están también Antonio Dechent y Javier Merino que hacen una pareja... Dentro de unos años se hablará de ellos junto con Don Quijote y Sancho Panza, Walter Matthau y Jack Lemmon, las parejas míticas del cine y la literatura. Si los visualizas, Javier Merino con su humanidad, que está tremendo, y Antonio Dechent, que es alto, delgadito y estirado, son como don Quijote y Sancho Panza, pero al revés. Es una película tan singular que me cuesta definirla, pero puedo poner la mano en el fuego de que la gente que la vea se va a reír con ganas.

¿De quién es el guión? El guión es básicamente de Esteban y de Jose Miguel. Santi compone la música y Esteban ha dirigido, porque Josemi es el ideólogo y está ahora trabajando un par de ideas. Hablando de mi hermano Santi, está con una obra que se llama Tutto per Gina, que espero que la traiga a Bilbao. Entre hermanos somos escépticos unos con el trabajo de otros y fui a verlo y flipé en colores. Sales agotado de las risas que haces. Además, es terapéutico. Ya le dije que tienen que hablar con la Seguridad Social para que lo incorporen como tratamiento. "Va usted a quitar los antidepresivos y va usted a ver a Primital Bros". Creo que Elena Ochoa quería llevarles a Londres. A ver si por una vez, Bilbao hace algo por uno de sus hijos en la diáspora.

¿Qué tal ha resultado rodar en la Alhóndiga?Curioso. Hemos sido los primeros en rodar allí y es el final de la película, una escena muy curiosa. La verdad es que el hecho de haber rodado íntegramente en Bilbao es un puntazo y que todo el equipo fuera de aquí económicamente ayuda, porque la gente se va a dormir a casa. Era como ir en plan cuadrilla, a veces parecíamos una comparsa. Esta película ha sido una terapia de recuperar la ilusión. Es que los directores ruedan lo que pueden, no lo que quieren. Los americanos tienen dinero y si el director no está contento con algo, después de acabado el rodaje, vuelven al set y ruedan otra vez esa escena y por eso les queda perfecto. Se lo pueden permitir porque es una industria y piensan en los resultados. Es la pelea que tengo yo aquí. Antes Bilbao era cuna de empresarios y eso se perdió, ahora es una ciudad de servicios. Convirtamos Bilbao en un sitio que bulla en lo audiovisual. Las herramientas están, la gente está, hace falta financiación. Aquí están acostumbrados al hierro y al tornillo y no se dan cuenta de que lo audiovisual también puede crear trabajo.

¿Vosotros os atreveríais con el drama?Sí, de hecho, Los Cronocrímenes, que ha sido la última que hemos producido, es un thriller de ciencia ficción. Antes habíamos hecho Muertos comunes, que es una película que no se ha valorado y con la que yo tengo una relación especial, y es un thriller dramático. Ahora tenemos en desarrollo dos proyectos, uno de ellos de ciencia ficción y otro un thriller de un psicópata. Yo creo que la comedia es más difícil de hacer, el drama es menos arriesgado. Pero si haces un drama que provoca risa, entonces sí que es una tragedia, y también lo es cuando intentas hacer una comedia y no arrancas ni una sonrisa.

También habéis hecho TV movies.Hicimos una hace tiempo y ahora estamos peleando por sacar otra, pero básicamente estamos con una gala que vamos a hacer para Navidades con ETB sobre los lipdubs, que son como play backs colectivos, una cosa muy divertida, y también con el cine internacional. El tema es traer rodajes internacionales aquí. Estamos buscando apoyos financieros a través de Capital Riesgo del Gobierno Vasco, que apuesten por la industria del cine, que tenemos que estar pidiendo sopitas a "mamá Cultura", pero si queremos convertirlo en un negocio real, debería tratarse desde Industria. Aquí, cantera hay, ideas hay y hay gente con ganas de pelear; lo que hace falta es el apoyo financiero. Soy el profeta que clama en el desierto, pero como salga como San Juan Bautista, vestido con una piel de camello por la Gran Vía, igual acabo en Zamudio.

¿Con qué otros directores y actores vascos teneis relación?De amistad con muchos: Alex de la Iglesia, Julio Medem, los del grupo de Nacho Vigalondo, Koldo Serra, que me parece un crack... Ahora Nacho tiene en el horizonte su primera película internacional gorda, de lo cual me alegro. Me siento muy orgulloso de haber dado la alternativa a un torero audiovisual que es un maestro.

¿Han repetido la experiencia de la coproducción después de Sabotage!?Tuvimos una pequeña participación en La mujer del anarquista, de productor y directora alemanes, y fue una pena que se la llevaron los catalanes. Tenía que rodarse en una ciudad que tuviera ensanche de la época de la Guerra Civil. Nosotros no conseguimos financiación y se llevaron todo los catalanes. Era una película de 6 millones de euros y dos millones de euros quedaron en Barcelona. Aquí pides una subvención y no se dan cuenta de que con esos 120.00 euros del Gobierno Vasco hubiéramos traído a Bilbao dos millones de euros. Además, aquí se sigue vigilando mucho de quién eres, con quien te ha visto, de qué partido eres... Eso nos pasó con Muertos comunes; en aquel momento el lehendakari Ibarretxe era el demonio en Madrid y llegan los hermanos Ibarretxe con una película que criticaba al Ejército. Aquello me dio una tristeza... yo pensaba que estábamos a otro nivel.

¿Habrá relevo generacional para los hermanos Ibarretxe?Yo no creo en el tiempo. Cuando miro hacía atrás me cabreo y cuando miro hacia delante me acojono. Prefiero "ahorizarme".

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