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Desde 1971
La política del hijo único provoca 336 millones de abortos en China
Cada año, se practican unos 7 millones de abortos, se esteriliza a dos millones de hombres y mujeres y se insertan 7 millones de aparatos intrauterinos en el gigante asiático.
Redacción
El rescate de un recién nacido, de apenas dos días, que había sido arrojado a un retrete en una vivienda de la provincia oriental de Zhejiang (China) ha vuelto a abrir el debate sobre la política del hijo único en China. Desde que comenzaron las políticas de planificación familiar en 1971, los médicos de China, en cumplimiento de las políticas del hijo único, han realizado 532 millones de abortos y esterilizaciones, según muestran los datos del Ministerio de Sanidad de China publicados por el periódico Financial Times.
Con la entrada en vigor de la política del hijo único en 1971, se han practicado 336 millones de abortos y 196 millones de esterilizaciones. En este último caso, tanto en mujeres como en hombres. Además, se han distribuido un total de 403 millones de aparatos intrauterinos para impedir la fecundación. Así, cada año, se practican unos 7 millones de abortos, se esteriliza a dos millones de hombres y mujeres y se insertan 7 millones de aparatos intrauterinos.
En marzo de 2013, el Gobierno de China, que es el país más poblado del mundo, anunció que no cambiaría su política de planificación familiar. De hecho, las autoridades anunciaron que han calculado que si no hubieran comenzado a aplicar las políticas de control de natalidad, el país tendría 400 millones más de personas de los actuales más de 1.340 millones.
Además, las restricciones han provocado que existan más niños que niñas, ya que las familias prefieren tener un descendiente varón, lo que ha hecho que actualmente haya 34 millones más de hombres que de mujeres.
Los expertos demográficos han advertido de que la política del hijo único está provocando un envejecimiento de la población que amenaza la competitividad de China. Es decir, China no tendrá una fuerza laboral que pueda reemplazar a los trabajadores de hoy en día.
Los detractores de la actual política de planificación familiar, por su parte, denuncian que la legislación da pie a la práctica de abortos y esterilizaciones forzadas, aunque las autoridades chinas lo han negado insistentemente.
Lo cierto es que las familias chinas padecen una gran presión social y financiera debido a la política del hijo único, que impone multas muy altas para aquellas parejas que decidan tener más de un descendiente. Asimismo, los bebés nacidos fuera del matrimonio suelen ser abandonados para evitar el estigma social y la presión financiera de criarlos.