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Muere Mandela
Mandela: 27 años de cautiverio que trasformaron a un líder
"La celda es el lugar idóneo para conocerte a ti mismo. Me da la oportunidad de meditar y evolucionar espiritualmente", dejó escrito Mandela en uno de sus archivos más privados.
Maider Beistegi | eitb.com
Para Mandela y sus amigos, la prisión fue una universidad. Un amigo le preguntó en una ocasión cómo había hecho para dejar de ser el machista redomado que era de joven y convertirse en defensor de los derechos de la mujer. Respondió que en la cárcel tuvo tiempo para leer y pensar.
"Yo era un joven agresivo y arrogante. Mis 27 años de cárcel me hicieron comprender lo importante que es la tolerancia. Que no hay tiempo para la amargura, sino para la acción". Mandela aprovechó la estancia en la cárcel para erigirse en el primer presidente negro de Sudáfrica: "La celda es el lugar idóneo para conocerte a ti mismo. Me da la oportunidad de meditar y evolucionar espiritualmente", escribió en una carta a su mujer, Winnie Mandela, desde la cárcel de Kroonstad.
Nelson Mandela fue encarcelado en la prisión de Robben Island, donde permaneció durante dieciocho de sus veintisiete años de presidio. Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica.
En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de reclusión eran muy rigurosas. Los presos políticos eran separados de los delincuentes comunes y tenían menos privilegios. Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses.
Mientras estuvo en la cárcel Mandela estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho.
En marzo de 1982 Mandela fue transferido de la isla de Robben a la prisión de Pollsmoor, junto con otros altos dirigentes del ANC: Walter Sisulu, Andrew Mlangeni, Ahmed Kathrada y Raymond Mhlaba.
En febrero de 1985 el presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Mandela rechazó la oferta, haciendo un comunicado a través de su hija Zindzi: "¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos."
La primera reunión entre Mandela y el Partido Nacional llegó en noviembre de 1985. Durante los próximos cuatro años, tuvieron lugar una serie de reuniones que sentaron las bases para futuros contactos y negociaciones.
En 1988 Mandela fue trasladado a la prisión Víctor Verster, permaneciendo allí hasta su liberación en febrero de 1990.