Internacional -
Entrevista
Carromero: 'Los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá'
"Decir que fue un accidente e inculparme fue una coartada perfecta para ocultar la muerte del único opositor que podía liderar la transición en Cuba", afirma.
Redacción
Ángel Carromero, condenado en Cuba a prisión por la muerte en accidente de dos disidentes de esa nacionalidad, afirma, en una entrevista que publica este lunes el diario El Mundo, que "los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá".
Asimismo, expresa su convencimiento de que Payá y el otro dirigente de la disidencia que le acompañaba, Harold Cepedo, salieron vivos del accidente. "Las enfermeras y un párroco", afirma, "me aseguran que en el hospital hemos ingresado los cuatro".
"Nos dirigíamos a Santiago y un vehículo azul comienza a perseguirnos. Viene hostigándonos muy cerca. Tanto que pude ver los ojos del conductor por el retrovisor. Al ver el coche, Oswaldo me dice: 'Son de la comunista por el color de la placa. Ángel, sigue como si nada'".
En su relato, Carromero detalla que seguidamente, el coche les embistió por detrás y los sacó de la calzada y que entonces perdió el conocimiento. "Lo siguiente que recuerdo", prosigue, "es cómo unos hombres me meten en una furgoneta con puertas correderas, como las que usa la seguridad del Estado cubano y les grito 'Joder, quiénes sois y qué cojones nos habéis hecho'. Luego vuelvo a perder el conocimiento. Creo que me dieron con una culata porque tengo una brecha en la cabeza".
Para el vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP, "decir que fue un accidente e inculparme fue una coartada perfecta para ocultar la muerte del único opositor que podía liderar la transición en Cuba".
"La Fiscalía cubana fabricó pruebas"
Carromero considera también que no tuvo un juicio justo. "La Fiscalía cubana", afirma, "fue fabricando las pruebas conforme avanzaba el proceso". El 15 de octubre de 2012 fue condenado a 4 años de prisión.
El Gobierno español consiguió llegar a un acuerdo con Cuba para que Carromero cumpliera su condena en España.