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Desastre natural
La ONU urge más rapidez en la entrega de ayuda en Filipinas
El Gobierno filipino estima los daños sufridos por la agricultura y la infraestructura en más de 68,2 millones de euros. Además, la desesperación hace que los asaltos y los robos se multipliquen.
Redacción
La ONU ha instado a las autoridades locales y a las organizaciones internacionales a entregar con más rapidez la ayuda que aún no ha llegado a miles de afectados por el tifón "Haiyán" en la región central de Filipinas.
La secretaria general adjunta de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, que este miércoles ha visitado las áreas arrasadas en Tacloban, en la isla de Leyte, ha expresado su frustración por que gran parte de los suministros se encuentran estancados en Manila. Sin embargo, Naciones Unidas no ha culpado a las autoridades filipinas, de las que han dicho que "han hecho un trabajo tremendo en unas circunstancias extremadamente difíciles", en palabras del portavoz de la Secretaría General, Martin Nesirky.
El Gobierno del primer ministro filipino, Benigno Aquino, ha asegurado que la mayoría de las carreteras están ya limpias de escombros en torno a Tacloban y que han restablecido la seguridad con el despliegue de más de un millar de soldados apoyados con carros blindados.
Falta de seguridad
Muchos damnificados desesperados han asaltado tiendas estos días en busca de comida, aunque también bandas organizadas han aprovechado el caos para robar electrodomésticos y otros objetos de valor.
De hecho, la senadora filipina Nancy Binai ha expresado su preocupación por el aumento de las violaciones y maltrato de mujeres y niños en las zonas afectadas por el tifón "Haiyán" en la región central de Filipinas, según informa la prensa local.
"He recibido informes de que se están produciendo violaciones y otros crímenes contra mujeres, niñas y niños en las áreas afectadas por el supertifón Yolanda. Es muy alarmante y expreso mi grave preocupación por el deterioro del orden cívico y los valores morales", ha señalado Binay, y ha apelado al Gobierno para que aumente la seguridad en las zonas más afectadas por el tifón, sobre todo en las islas de Leyte y Samar.
Este mismo miércoles al menos ocho personas han muerto en el asalto de un almacén gubernamental donde se guarda el arroz.
Más de 2.300 víctimas mortales
El último balance oficial por el paso del supertifón "Haiyán" por el centro de Filipinas cifra en 2.357 las víctimas mortales, de las que más de la mitad se han producido en la provincia de Leyte, una de las más afectadas, y en ocho millones los ciudadanos que se han visto afectados.
Según el Centro Nacional para la Gestión y la Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC), del total de víctimas mortales, 1.785 se han producido en Leyte. La segunda provincia más afectada ha sido Samar, con 372 fallecidos.
En su último boletín, el organismo ha indicado que hay 3.853 heridos, mientras que los desaparecidos se sitúan en 77. En cuanto al número de afectados, se estima que hay unos 8 millones (casi dos millones de familias) en 43 provincias del país.
De ellas, hay 534.000 desplazados que han tenido que buscar refugio en centros de evacuación, ya que "Haiyán" provocó daños en casi 237.000 viviendas. Por otra parte, el Gobierno estima que los daños sufridos por la agricultura y la infraestructura de la zona en 4.000 millones de pesos filipinos (más de 68,2 millones de euros).
Entierros
El alcalde de Tacloban Alfred Romualdez ha lamentado este jueves que no dan abasto para recoger los cuerpos de las víctimas en esta ciudad. La escasez de camiones supone un problema. "La opción es usar el mismo camión o para distribuir comida o para recoger los cuerpos", ha añadido. Según informan los medios locales, Romualdez ha pedido 700 bolsas para cadáveres, pero esta petición no ha sido atendida.
Entretanto, fuera de Tacloban, han comenzado los entierros de unas 300 personas en una fosa común este jueves. Además, el administrador de la ciudad, John Lim, ha indicado que se preparará una fosa mayor para mil personas.
Asimismo, se ha alertado de que las condiciones en las que se encuentran supervivientes sin alojamiento favorecen la propagación de enfermedades y que las necesidades sanitarias básicas todavía no están garantizadas en una zona donde se espera que nazcan 12.000 bebés este mes.