4.400 vuelos cancelados en dos días de tormenta de nieve en EE. UU.

La tormenta invernal que azota el nordeste de Estados Unidos ha provocado hoy la cancelación de 1.400 vuelos, que se suman a los 3.000 suspendidos este martes por el mal tiempo, ha informado hoy la web FlightAware.

El frente frío y las precipitaciones de nieve que desde ayer se producen en la costa nordeste de Estados Unidos han motivado el cierre de escuelas, oficinas, importantes problemas de tráfico y el caos en el transporte aéreo.

Por el momento, los aeropuertos de La Guardia y Newark, en Nueva York, y el de Boston-Logan son los que tienen el mayor número de cancelaciones, aunque también se están viendo afectados los de Filadelfia, Chicago y los dos principales aeropuertos de Washington DC.

En el estado de Delaware se han llegado a registrar acumulaciones de hasta 30 centímetros de nieve y también ha nevado copiosamente en Nueva Inglaterra.

Las temperaturas rondan los -15 grados centígrados desde la ciudad de Washington hasta Boston, donde el impacto en la vida cotidiana ha sido menor que en la capital estadounidense, que ayer casi paralizó por completo la actividad.

Normalidad en Nueva York

Nueva York ha amanecido hoy con normalidad casi total tras la fuerte nevada del martes y esta madrugada, con precipitaciones durante 15 horas seguidas, que no ha causado trastornos de importancia, aunque se recomienda no conducir.

A la nevada ha seguido un intenso frío con mínimas de -14 grados centígrados, que pueden alcanzar -25 con el factor viento.

Las oficinas del Gobierno Federal han iniciado sus labores dos horas más tarde que lo habitual mientras el área metropolitana de Washington, cubierta por nieve bajo cielo despejado, experimenta temperaturas muy bajas.

Las cataratas se vuelven a congelar

La segunda ola de frío polar de este invierno en Norteamérica ha vuelto a congelar las cataratas del Niágara.

El martes, con la llegada del frío extremo del "vórtice polar", el segundo que este año atenaza Canadá, las temperaturas en la región de Niagara, la zona más sureña del país, se desplomaron a menos 20 grados centígrados. Pero con vientos de hasta 11 kilómetros por hora, la sensación térmica era inferior a los 30 grados bajo cero, una temperatura en que la piel se congela en pocos minutos.

A pesar de ello, las cataratas de Niágara, una de las mayores atracciones turísticas de Canadá, siguen captando la atención cada día decenas de turistas dispuestos a presenciar el famoso salto de agua como pocas personas lo han podido ver, con carámbanos, gigantescos bloques de hielo y las aguas del río Niágara convertidas en una espesa masa.