Internacional -
Ucrania
Más de 60 expertos llegan al lugar del siniestro del avión malasio
El grupo de expertos holandeses y australianos están acompañados por observadores de la OSCE.
Redacción
Un grupo de más de 60 expertos holandeses y australianos acompañados por observadores de la OSCE accedieron hoy al lugar donde están los restos del avión de Malaysian Airlines que fue presuntamente derribado con 298 pasajeros a bordo.
"El convoy con un gran grupo de expertos holandeses y australianos han llegado al lugar del siniestro del MH17. Más de 60 expertos y observadores de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa)", informó la OSCE en su Twitter.
Los expertos pudieron acceder por segundo día consecutivo al lugar de la tragedia -en campo abierto junto a la localidad de Grábovo, en la rebelde región de Donetsk- por una ruta segura que hallaron ayer tras varios intentos fallidos de llegar a la zona.
Los separatistas prorrusos que controlan parcialmente el amplio territorio en el que quedaron diseminados los restos del avión siniestrado aseguraron hoy que pueden quedar restos humanos de las víctimas del fatídico vuelo en la zona. "Un gran fragmento del fuselaje está junto a la localidad de Petropávlovka. No lo hemos levantado a la espera de que lleguen los expertos. Debajo puede haber cuerpos", dijo a la agencia rusa RIA Nóvosti un portavoz de los prorrusos.
Los servicios de rescate ucranianos y los milicianos rescataron del lugar de la tragedia 282 cadáveres y fragmentos de cuerpos, por lo que los restos de al menos otras 16 víctimas de la catástrofe siguen sin localizar.
Tras los intensos combates de los últimos días entre las fuerzas ucranianas y los separatistas, parte del territorio donde permanecen los restos del avión ha pasado a manos del ejercito ucraniano, concretamente la localidad de Rassipnoe, donde está el morro del aparato. El ejercito ucraniano ha lanzado una amplia ofensiva contra Shajtiorsk, Torez y Snezhnoe, las tres ciudades más próximas al lugar donde cayó del avión malasio, con el pretexto de recuperar el control de esa zona controlada por los prorrusos y garantizar así la seguridad a los expertos internacionales que investigan la catástrofe.