Internacional -
Argentina llora emocionada
La fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo halla a su nieto
Después de remover cielo y tierra durante 36 años, Estela de Carlotto, de 83, ha encontrado a su nieto, secuestrado por la dictadura militar.
Redacción
Tras 36 años de infatigable y ejemplar búsqueda y con 83 años de vida, Estela de Carlotto, presidenta y "alma" de las Abuelas de Plaza de Mayo, dedicadas a buscar a los hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), ha encontrado a su nieto Guido, la persona número 114 que recupera su identidad gracias a esta organización.
"No quería morirme sin poder abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar", ha dicho en una rueda de prensa Estela de Carlotto, quien para ese momento ya había visto a su nieto en fotos y esperaba conocerlo en breve.
La aparición de Guido ha conmocionado y emocionado a la sociedad de Argentina, donde la noticia es ya una de las más importantes del año y copa portadas e informativos.
Incluso la presidenta de la nación, Cristina Fernández, llamó a Estela apenas se supo del hallazgo: "Me llamó Cristina, llorando. Lloramos juntas".
Asociaciones de derechos humanos, políticos o deportistas, entre otros, han felicitado en los medios de comunicación o a través de las redes sociales a la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, considerada un emblema de la lucha por los derechos humanos y que ha sido nominada varias veces al Nobel de la Paz.
El joven Guido, nacido en cautiverio el 26 de junio de 1978, ha sido identificado como el pianista Ignacio Hurban, quien está casado y fue criado por "gente de campo" en la provincia de Buenos Aires. Se acercó voluntariamente a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que precisamente dirige Claudia Carlotto, su tía, para hacerse análisis genéticos porque dudaba de su verdadera identidad.
"Es un chico bueno. Él me buscó", ha celebrado Estela, emocionada.
Hace justo dos años, Ignacio Hurban celebró en Twitter el hallazgo del nieto 106. Él ha sido el 114.
Los resultados de los exámenes de ADN han arrojado que en un 99,9% es hijo de Laura, hija de Estela de Carlotto, una militante universitaria peronista, secuestrada por la dictadura en noviembre de 1977 y llevada al centro clandestino de detención de "La Cacha", en La Plata (60 kilómetros al sur de Buenos Aires).
La familia desconocía que Laura estuviera embarazada, lo que supieron luego por testimonios de compañeros de cautiverio, y tampoco sabían quién era el padre, misterio que también ha sido desvelado porque los cotejos genéricos han determinado que Guido, Ignacio Hurban, es hijo de Oscar Montoya, militante montonero y compañero de Laura.
El cuerpo de Laura Carlotto fue hallado sin vida y entregado a su madre el mismo día del asesinato, pero su hijo Guido no fue encontrado y la búsqueda llevó a Estela de Carlotto a ser una de las fundadoras de la asociación Abuelas de la Plaza de Mayo.
"Laura sonríe desde el cielo y me dice: mamá, ganaste una batalla larga. Ya tengo mis 14 nietos conmigo", ha celebrado Estela.
Unas 30.000 personas desaparecieron durante la última dictadura argentina, según los organismos defensores de derechos humanos, y alrededor de 500 niños, hijos de víctimas en su mayoría, resultaron apropiados y separados de sus familias biológicas.