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Elecciones
Ucrania ya no está para revoluciones
Timoshenko, más que colaborar con Yushenko, se ha dedicado a desgastarle políticamente y ha conseguido su objetivo: es ella la que disputa la Presidencia a Yanukovich.
Jesús Torquemada
Las elecciones de este domingo en Ucrania repiten casi la situación de la famosa “revolución naranja” de noviembre de 2004. Dos de los protagonistas son los mismos: Victor Yanukovich y Julia Timoshenko. El tercero, en cambio, ha desaparecido. Es el actual presidente del país, Victor Yushenko, que obtuvo un resultado desastroso en la primera vuelta y no ha pasado a la segunda.
En las elecciones de 2004, Yanukovich se proclamó ganador, pero Yushenko y Timoshenko cuestionaron el resultado, sacaron a sus partidarios a la calle con banderas naranjas, y Yanukovich se vio obligado a ceder. Se repitieron las elecciones, ganó Yushenko y formó un Gobierno en el que puso a Timoshenko como primera ministra.
Timoshenko, más que colaborar con Yushenko, se ha dedicado a desgastarle políticamente y ha conseguido su objetivo: es ella la que disputa la Presidencia a Yanukovich. Ucrania tiene dos mitades bien diferenciadas: en la mitad oriental, la mayoría de la población es de origen ruso y habla ruso; en la mitad occidental es donde se concentran los ucranioparlantes.
Igual que en 2004, Yanukovich es visto como el candidato de los rusos, mientras Timoshenko representa mejor a los ucranianos nativos. Y, también igual que en 2004, se habla de un resultado muy ajustado y de que puede que el que pierda no reconozca ese resultado. Sin embargo, ahora Ucrania ya no está para revoluciones, ni naranjas ni de ningún color.