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Informe de Oxfam
62 personas ricas tienen la misma riqueza que 3.600 millones de pobres
Un informe sobre desigualdad de Oxfam advierte de que hay 7,6 billones de dólares ocultos en paraísos fiscales.
AGENCIAS | REDACCIÓN
La brecha entre ricos y pobres a nivel mundial ha aumentado en 2015 hasta el punto de que las 62 mayores fortunas del mundo acumulan el mismo dinero que 3.600 millones de personas, según un informe elaborado por la ONG Oxfam y que cifra en 7,6 billones el capital oculto en paraísos fiscales.
El informe 'Una economía al servicio del 1 por ciento' recoge las crecientes diferencias entre una minoría privilegiada y la mayoría de la población del planeta. La desigualdad extrema ha alcanzado cotas "insoportables", advierte la organización, que llama a actuar sobre estas diferencias "para combatir con éxito la pobreza".
Oxfam ya predijo que el 1 por ciento de la población mundial llegaría a acumular el mismo dinero que el 99 por ciento restante, pero pensaba que esta proporción aún tardaría en llegar un año más. En 2015, 62 fortunas poseían la misma riqueza que 3.600 millones, cuando en 2010 eran 388 personas.
Así, mientras el 50 por ciento de la nueva riqueza generada desde comienzos de siglo ha ido a parar a los bolsillos del 1 por ciento privilegiado, la mitad más pobre del mundo apenas ha mejorado. Sólo les ha llegado el 1 por ciento del incremento total y, desde 2010, han perdido más de un billón de dólares --un 41 por ciento--.
Oxfam advierte de que la desigualdad económica debilita el crecimiento y la cohesión social en términos generales, pero recuerda que son los más pobres quienes sufren sus consecuencias.
Una estimación reciente calcula en 7,6 billones el dinero oculto en paraísos fiscales, una suma superior al PIB conjunto de Reino Unido y Alemania y que tiene "efectos dañinos para la humanidad". Casi una tercera parte de la fortuna de los africanos más ricos, alrededor de 500.000 millones de dólares, se encuentran en paraísos fiscales, lo que podría suponer a los países de este continente pérdidas anuales de 14.000 millones en concepto de ingresos fiscales. Este dinero podría salvar la vida de cuatro millones de niños y pagar los salarios de suficientes profesores para escolarizar a todo el continente.