Conviene saber dónde está Kirguizistán

La mayoría de la gente no sabe dónde está Kirguizistán, y seguro que no habían oído hablar de este pequeño país de Asia Central hasta ahora. Pero en Moscú y en Washington sí lo saben y lo que está ocurriendo allí estos días les tiene muy preocupados.

El motivo de su preocupación es que rusos y americanos tienen en Kirguizistán bases militares muy importantes para sus intereses estratégicos en aquella región. La base de Manas es fundamental para los estadounidenses, ya que la utilizan para enviar suministros a sus tropas desplegadas en el vecino Afganistán. En cuanto a los rusos, intentan seguir manteniendo su influencia en esa zona, que antes perteneció a la Unión Soviética y que ahora empieza a inclinarse hacia China.

Lo que ha sucedido es que el miércoles una revuelta popular obligó a huir de la capital, Bishkek, al presidente Kurmanbek Bakiyev, y en su lugar se instaló un Gobierno provisional presidido por Roza Otunbáyeva, antigua ministra de Exteriores.

Curiosamente, Bakiyev llegó al poder hace cinco años propulsado por otra revuelta popular, que se denominó "revolución de los tulipanes". Sin embargo, las promesas de cambio de Bakiyev se quedaron en nada. Siguió gobernando de forma autoritaria y empezó a preparar el terreno para que su hijo Maxim le suceda en el cargo. Algo muy típico de los países de Asia Central, en los que siguen gobernando los antiguos comunistas y en los que pocas cosas han cambiado en estos veinte años.

El descontento con Bakiyev ha desembocado en los sangrientos sucesos del miércoles, con no menos de 70 personas muertas, y en la huida de Bakiyev al Sur del país, desde donde disputa el poder al Gobierno provisional. Una situación confusa que Washington y Moscú miran con mucha atención.