Internacional -
Análisis
Culminación del proceso de paz en Irlanda del Norte
Londres transferirá a Belfast las competencias de Policía y Justicia, con lo cual la autonomía norirlandesa quedará completada.
Jesús Torquemada
Justo cuando se cumplen 13 años de la firma de los Acuerdos de Viernes Santo en Irlanda del Norte, el proceso que se inició con esa firma está a punto de llegar a la meta. Hoy Londres transferirá a Belfast las competencias de Policía y Justicia, con lo cual la autonomía norirlandesa quedará completada.
Es una autonomía bastante amplia, aunque con algunas competencias menos que las que tiene la Comunidad Autónoma Vasca; por ejemplo, no tienen capacidad fiscal.
Faltaba una de las competencias más importantes, la de Policía y Justicia, y han sido necesarias largas y laboriosas negociaciones para ponerla en marcha.
La clave es la Policía. Para los republicanos irlandeses, la antigua Policía Real del Ulster era un símbolo de la represión; para los unionistas probritánicos, el nuevo Servicio Policial de Irlanda del Norte supone un cambio difícil de digerir.
En la antigua Policía, nueve de cada diez agentes eran protestantes; en la nueva, tiene que haber una mayor igualdad entre protestantes y católicos.
Por fin, todos los partidos se han puesto de acuerdo, incluidos los dos más alejados, es decir, el Partido Democrático del Ulster y el Sinn Fein. Así que la transferencia ya se puede llevar a cabo y hoy mismo será elegido un ministro de Justicia de Irlanda del Norte.
Bueno, están de acuerdo casi todos; queda una pequeña minoría republicana que sigue sin aceptar el proceso iniciado aquel Viernes Santo y que ha saludado a su manera esta fecha histórica poniendo una bomba.
Aunque permanece la sombra de la capacidad, aparentemente reducida, que pueda tener esa minoría para desestabilizar el proceso de paz, éste ha conseguido llegar a su destino después de un complicado recorrido de trece años.