Internacional -
Análisis
Grecia: diez días son una eternidad
Un tema de política local se ha interpuesto en el camino para dar ayudas a Grecia: las elecciones del 9 de mayo en Renania, el land más poblado de Alemania.
Jesús Torquemada
En estos momentos, la crisis de Grecia y la del euro ya no es sólo una crisis económica; es también una crisis política.
La creación del euro fue en su momento una decisión tan política como económica. Desde el punto de vista de la teoría económica, una moneda única para varios países tenía ventajas evidentes, pero también podía causar problemas, tal como se está viendo ahora. A pesar de todo, los líderes europeos decidieron fundar el euro en una decisión política que buscaba no sólo la unión monetaria, sino también una mayor cohesión política en Europa.
Pues bien, ahora sólo una señal muy clara por parte de los políticos europeos puede salvar al euro. Esa señal sólo puede ser la aprobación inmediata de la ayuda pedida por Grecia, acompañada del mensaje a los mercados de que Europa apostará todo lo que tiene para proteger al euro.
Pero, precisamente, un tema de política local se ha interpuesto en el camino: las elecciones del 9 de mayo en Renania, el land más poblado de Alemania. Muchos alemanes tienen la impresión de que les va a tocar a ellos pagar el rescate de Grecia, y que los griegos no se lo merecen por derrochadores. Así que la canciller, Angela Merkel, sigue resistiéndose a respaldar la ayuda a Grecia para no perder votos.
En el mejor de los casos, el Bundestag podría votar la concesión de esa ayuda el 6 o el 7 de mayo; por esa misma fecha, o el 10 como muy tarde, podrían reunirse los líderes de los países de la Eurozona para firmar ya los cheques de la ayuda.
Es decir, quedan por delante unos diez días angustiosos; demasiado tiempo que los especuladores van a aprovechar para seguir hundiendo la economía griega y, de paso, las de otros países europeos.