Internacional -
Análisis
Adiós al "nuevo laborismo"
David Cameron es el primer ministro más joven desde hace 200 años y el Gobierno de conservadores y liberales es el primero de coalición que tiene Gran Bretaña en tiempos de paz.
Jesús Torquemada
Todo suena a nuevo en Gran Bretaña, precisamente cuando es enterrado el "nuevo laborismo" que fundó Tony Blair.
David Cameron es el primer ministro más joven desde hace doscientos años. El Gobierno de conservadores y liberales es el primero de coalición que tiene Gran Bretaña en tiempos de paz; el último fue en plena Segunda Guerra Mundial. Nick Clegg es el primer liberal que alcanza un puesto tan alto, el de viceprimer ministro.
El problema al que se enfrenta Gran Bretaña, sin embargo, es viejo, y afecta también a otros países europeos. En el fondo, es el problema de siempre: dónde meter la tijera para arreglar el elevado déficit público, si aumentar los impuestos a los ricos o recortar las prestaciones sociales de las que se benefician los pobres; si hay que poner freno a los movimientos especulativos de capitales o si hay que dejar que los mercados sigan siendo soberanos.
Es evidente que los conservadores no van a aumentar los impuestos a los ricos; así que el ahorro vendrá, seguro, por el recorte del gasto público. Y es evidente que los liberales, partidarios de la libertad económica, no van a querer poner trabas al mercado.
Por otra parte, hay mucha curiosidad por saber cómo se van a entender los nuevos socios. Han pactado algunas cosas, como un referéndum sobre el sistema electoral y las líneas generales del plan de recorte fiscal; pero en otras, como la relación con Europa o la modernización de los submarinos Trident, los conservadores no se han comprometido a nada.
Parece que los medios financieros han acogido bien al nuevo Gobierno, porque es el que querían.