Internacional -
Análisis
Raúl Castro busca el apoyo de la Iglesia
El Gobierno no entorpece demasiado la labor de la Iglesia, aunque tampoco la favorece, y los curas critican al régimen, pero sin pasarse.
Jesús Torquemada
Ha causado una gran expectación, en Cuba y fuera, la reunión del presidente Raúl Castro y el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, junto a otros dirigentes de la Iglesia cubana. Granma, el diario oficial del Partido Comunista de Cuba, ha ocupado la primera página con esa noticia y ha informado de que los reunidos hablaron de las relaciones entre el Estado cubano y la Iglesia, de asuntos internacionales, y también de temas nacionales.
¿Qué temas nacionales pueden ser esos? La excarcelación de los disidentes cubanos presos es uno de ellos, y así lo han dicho tanto fuentes oficiales como eclesiásticas. Es posible que, en las próximas semanas, varios de esos doscientos presos sean puestos en libertad poco a poco, sin hacer mucho ruido. Probablemente, el contenido de esta reunión ha ido más allá. Las relaciones entre el Estado y la Iglesia son complicadas en Cuba, pero han alcanzado una cierta coexistencia pacífica.
El Gobierno no entorpece demasiado la labor de la Iglesia, aunque tampoco la favorece, y los curas critican al régimen, pero sin pasarse. Hace un mes, el Gobierno aceptó la petición de las autoridades eclesiásticas de que permitiera una manifestación de las Damas de Blanco, que reclaman la libertad de sus parientes encarcelados.
Raúl Castro sabe que se acerca el momento de tomar medidas económicas difíciles, que pueden ser impopulares, y quiere asegurarse de que la Iglesia, que sigue teniendo un cierto peso social en la isla a pesar de los cincuenta años de comunismo, ayudará a calmar los ánimos si las cosas se complican.