Internacional -
Análisis
Netanyahu pone en peligro la política exterior de Obama
La indignación en el mundo musulmán va a complicar aún más los planes de Obama para Irak, Afganistán y Pakistán.
Jesús Torquemada
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene motivos para estar preocupado. Toda su política exterior en Oriente Medio está en peligro después del ataque israelí contra los barcos que llevaban ayuda a Gaza.
Por ejemplo, los esfuerzos por imponer sanciones en la ONU contra Irán para detener su programa nuclear. Si la ONU es incapaz de condenar a Israel por un ataque contra barcos civiles en aguas internacionales, ¿cómo va a condenar a Irán por algo que aún no ha hecho? ¿Cómo se va a justificar un castigo a unas supuestas intenciones de construir bombas atómicas que aún no existen?
Por otra parte, la indignación en el mundo musulmán va a complicar aún más los planes de Obama para Irak, Afganistán y Pakistán. Pero más grave aún es el enfrentamiento entre Israel y Turquía.
Para la estrategia estadounidense, que Israel y Turquía se lleven bien, como sucedía hasta ahora, es fundamental. Turquía es miembro de la OTAN y, por lo tanto, aliado de Estados Unidos. Pero el asalto israelí ha puesto a esos dos países al borde de la ruptura, ya que muchos de los que viajaban a bordo de los barcos atacados eran turcos.
Obama debe reaccionar. Es verdad que un presidente de Estados Unidos siempre tiene que ser muy cuidadoso en sus relaciones con Israel. La mayoría de los estadounidenses son muy pro-israelíes y muy anti-árabes.
Y además los votantes judíos, concentrados en Nueva York y Florida, son decisivos en las elecciones presidenciales. Pero tampoco puede quedarse Obama de brazos cruzados viendo cómo Netanyahu se carga toda su política exterior.