Los problemas se le acumulan a Obama

Justo cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, empezaba a levantar la cabeza y cumplía algunas de sus principales promesas electorales, le han aparecido tres problemas graves que no sabe cómo resolver.

Primero fue la ley contra los inmigrantes en Arizona, que se ha convertido en un problema nacional. El proyecto de reforma de la ley migratoria para todo Estados Unidos que quería sacar adelante Obama ha quedado paralizado, y probablemente muerto, tras lo de Arizona.

Los hispanos, que votaron en su mayoría por Obama, se sienten ahora defraudados. Pensando en las próximas elecciones, el apoyo de los hispanos no será suficiente para que Obama gane; pero lo que es casi seguro es que perderá si los hispanos no le apoyan.

El segundo problema es el más reciente, el del ataque israelí contra barcos civiles en alta mar. Esto ha vuelto a demostrar que Estados Unidos no es capaz de controlar a su socio israelí, sino que es Israel el que manda sobre Estados Unidos.

Obama no ha dado el puñetazo en la mesa y ya nadie espera que sea capaz de impulsar un auténtico plan de paz para Oriente Medio. Pero lo que más le está afectando a la imagen de Obama es el vertido de petróleo en el Golfo de México.

El crudo ya está llegando a las costas estadounidenses y la gente cree que Obama no está haciendo lo suficiente para arreglar el problema. El resultado de todo esto es que se vuelve a dudar de la capacidad de líder de Obama. Cuando se aprobó la reforma de la seguridad social y del sistema bancario, parecía que por fin Obama iba a ser un presidente fuerte, pero ahora se le vuelve a ver como un presidente débil.